Javier Ruibal: Punto y aparte.
Calidad excepcional, personalidad extraordinaria. Buen músico, buen cantante, buen letrista.
Un mundo personal: romántico, especiado, aromático, sensual, sensible. La belleza.
Con sabor de sur, con perfumes de oriente, con colores del Caribe y resonancias andalusíes.
¿Por qué no ha tenido más éxito tras casi treinta años iluminando la mediocre escena de la canción?
Por todo lo apuntado previamente: es demasiado bueno.
De lo dicho sin pensar,
de lo que callo y no digo
de las cosas por pasar,
de las trampas del azar,
de las cartas del destino
tengo un lápiz colorao
con un librito guardao
para escribirlo contigo.
Si la suerte inoportuna
te jugara una encerrona,
si no hay salida ninguna,
si la gracia y la fortuna
se apartan de tu persona,
tengo un farolillo verde
por si de noche te pierdes
y la luna te abandona.
Tengo la rosa de Oriente,
el oro del sol naciente
y lo que quieras pedir.
Tengo el mapa del tesoro,
tengo el Palacio del Moro
para llevarte a vivir,
para llevarte a vivir.
De todo lo que besé
no doy beso por perdido.
Pa’ que me vuelva a morder
con la locura de ayer
tu boca contra el olvido.
guardo un beso de reserva
para rodar por la hierba
cuando te vengas conmigo.
El sur que te prometí
tiene al sur otra frontera,
las cuerdas de mi laúd
siguen buscando la luz
más al sur de la quimera.
Tengo una playa desierta
y una calesa en la puerta
para lucirme a tu vera.
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