Comentarios sobre la actualidad, reflexiones sobre la deriva histórica que nos conduce hacia viejas pesadillas y cualquier otra cosa que considere de interés.
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30 abril, 2014
Devaluar el euro: Una propuesta francesa
Francia quiere que, a finales de Mayo, tras la renovación del Parlamento Europeo, la UE debata seriamente la devaluación del euro, cuyo valor actual juzga demasiado elevado y lesivo para sus intereses. Nuestros vecinos, forzados a asumir una reducción del gasto de 50.000 millones de euros desde ahora hasta 2017, finalmente le han visto las orejas al lobo. Se acabaron los compadreos y el 'buen rollo' con la Merkel de la era Sarkozy. Francia va mal porque los 'sacrosantos mercados' le han puesto la proa a la política económica de Hollande, y el FMI, el BCE y las agencias de calificación no reconocen otra 'solución' que el recorte del gasto, que Francia ha querido evitar a toda costa para mantener en lo posible el bienestar social.
Por razones que nadie sabría explicar convincentemente, el euro está sobrevalorado desde su nacimiento y el BCE, que significativamente reside en Frankfurt, tiene dos objetivos fundamentales que nunca ha estado dispuesto a revisar: la estabilidad del euro y el control de la inflación. Ahora la inflación no sólo está a la baja, sino que roza peligrosamente la deflación, evidencia de la ruina interna de los países periféricos (los llamados PIGS. en la despreciativa jerga financiera inglesa) que amenaza con extenderse a los que no lo son. El euro, por su parte, seguramente a causa de la presión especulativa y compradora de los mercados, crece sin parar. En los últimos doce meses la fluctuación ha sido de un 5,49 por 100, entre el nivel más bajo (1,2754 dólares en Julio de 2013) y el más alto (1,3968 en marzo de 2014)
A nadie se le oculta que el gran enemigo de la devaluación es Alemania, atenta sólo a sus propios intereses y empeñada en 'diktar' las políticas económicas ajenas. Será interesante ver cómo se desarrollan las negociaciones que Manuel Valls quiere iniciar apenas dentro de un mes. Los dos 'pesos pesados' de la UE ocupan hoy trincheras enfrentadas y un disenso entre ambos no dejaría de tener consecuencias importantes, incluso graves. La postura francesa va a tener, previsiblemente, muchos apoyos en el seno de una UE empobrecida. Cabe esperar que entre ellos esté el de España, aunque con el Gobierno actual no se puede descartar ninguna sumisión o estupidez estratégica.
07 octubre, 2013
La revolución ultraliberal, o la ruptura del Contrato Social
En breve se cumplirá un año de la fecha en que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo en declaraciones al semanario alemán 'Der Spiegel' lo siguiente: "Muchos gobiernos todavía deben darse cuenta de que perdieron su soberanía nacional hace mucho tiempo. Debido a que en el pasado han permitido que su deuda se acumule, ahora dependen de la buena voluntad de los mercados financieros". Tan categórica afirmación se realizaba en un contexto de apoyo por parte de Draghi al deseo alemán de que la dirección económica de la UE interviniera directamente en la redacción de los presupuestos nacionales de los países miembros.
Los presupuestos de España, recientemente presentados por el Gobierno bajo el pomposo calificativo de "los de la recuperación", son una evidencia insoslayable de hasta qué punto el propósito alemán prospera. Lejos de frenarse, los recortes continúan. El que afecta a las pensiones, especialmente brutal por su incidencia social, reduce su incremento a un anecdótico 0,25%, que será fagocitado de inmediato por la inflación. El recorte que recaerá sobre las autonomías se establece en el 13,5%. Por otra parte, sintomáticamente, el gasto previsto para el pago de los intereses de la deuda supera al previsto para la totalidad de los ministerios.
¿De qué recuperación habla este falsario Gobierno-Delegado de Berlín? ¿Por qué insiste en engañar a los ciudadanos, convertidos 'de facto' en súbditos? Desde luego no habla de la recuperación del más mínimo poder adquisitivo por parte de los españoles. Los salarios de los funcionarios siguen congelados, la destrucción de empleo continua y la precarización laboral es un hecho incontestable: el mayor logro de la reforma laboral, que supuestamente iba a crear puestos de trabajo. Como consecuencia el consumo, y por lo tanto la producción y venta de bienes está paralizado, lo cual anuncia más desempleo.
La Constitución, en su artículo primero, describe a España como un "Estado social y democrático de Derecho". ¿"Social" se refiere a las sociedades anónimas? ¿"Democrático", cuando el Gobierno en ejercicio ha llegado al poder engañando a todo el mundo sobre sus auténticas intenciones? ¿"De Derecho", mientras todos los derechos asumidos hasta la fecha están siendo barridos sin escrúpulo alguno? Obnubilados por la dimensión económica de esta crisis, hemos minimizado sus gravísimas consecuencias socio-políticas y es hora de que las afrontemos como parte de un todo que supone un atentado a los ciudadanos hasta ahora inédito en la historia de las democracias.
No se trata sólamente de que España haya cedido partes esenciales de su soberanía a poderes ajenos. Con ser ese un problema muy grave, aún es mayor el que supone la ruptura fáctica del Contrato Social surgido en 1.978 con el consenso constitucional. En toda democracia el Estado es el garante de dicho contrato. Cuando los derechos y deberes cuyo cumplimiento garantiza se reducen o eliminan el Estado se deslegitima y los ciudadanos quedan legitimados a su vez, al menos teóricamente, para desentenderse de los deberes que dicho contrato les imponía. Esa es la lógica, según la ciencia política.
Cuando los gobernantes nos dicen -no en España, por supuesto, donde el engaño llega al extremo- que no volveremos a la sociedad que conocimos, en realidad nos indican que se ha producido una revolución ultraliberal, promovida por los poderosos manipuladores de los mercados y asumida de modo cómplice por los poderes políticos como 'inevitable'. Su objetivo es terminar con el llamado Estado del Bienestar, con los convenios colectivos y la reprepresentación sindical, con la estabilidad laboral y con la gestión pública en terrenos, como la Sanidad y la Educación, entre otros, que hasta ahora eran incuestionables.
El propósito último es poner en las manos de la banca y los mercados financieros el mayor volumen posible de la masa monetaria de cada país, sean cuales sean las consecuencias. Cuando ese plan acabe de perpetrarse y el poder económico no tenga contrapeso ninguno ¿para qué servirán esas entelequias llamadas hasta ahora estados? Cabe suponer que conservarán su jurisidicción sobre el Ejército y la Policía, así que vayan ustedes haciéndose una idea.
Foto: Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.
28 diciembre, 2012
Breve
"No hay que engañar a los españoles".- Tras analizar las palabras de Rajoy casi no me quedan palabras a mi que no sean imprecaciones. ¿Cómo se puede ser tan mentiroso, caradura y cínico? Este tío nos ha tomado a todos por jumentos. Por una lado, dice que no puede apelar a la paciencia de los españoles porque "ya no les queda". pero a continuación habla de "perseverancia en la dirección correcta", eufemismo que oculta el propósito de continuar con los recortes que Bruselas (UE), Frankfurt (BCE) y Washington (FMI) consideren "imprescindibles". depositando la carga del dolor sobre los ciudadanos en situación más débil. ¡Y todavía culpa a la herencia este presidente 'teledirigido'!
06 septiembre, 2012
Prestidigitación en el BCE
Los mercados bursátiles de todo el mundo han acogido con euforia y subidas en las cotizaciones el anuncio del presidente del BCE, Mario Draghi, de que dicha entidad procederá a la compra "ilimitada" de deuda de España e Italia a cambio de que ambos países pidan formalmente el rescate y asuman una "condicionalidad estricta". También la prima de riesgo ha bajado hasta un nivel relativamente 'confortable' tras la noticia.
Independientemente de que nadie debería sacar conclusiones alegres y precipitadas teniendo como única referencia la reacción en unos mercados regidos por el síndrome bipolar y la volatilidad, desde el punto de vista de España quedan muchos cabos por atar y muchos datos por conocer. La "condicionalidad estricta " a la que ha aludido Draghi hace sospechar y temer que las duras y dolorosas medidas ya adoptadas por España no se juzgan suficientes, pese a los elogios generalizados que han reciibido. Y ese es un extremo que es preciso dilucidar antes de reclamar el rescate. Este país - o mejor dicho, sus ciudadanos - difícilmente puede asumir más castigo.
El círculo vicioso creado por la prioridad de pagar la deuda, reduciendo para ello los salarios, aumentando todo tipo de impuestos y cercenando prestaciones sociales de importancia primordial, no puede ni debe ser ensanchado. No se puede seguir destruyendo empleo ni restringir más el acceso a los bienes de consumo sin acentuar gravemente la recesión y crispar el clima social hasta el nivel de la exasperación. ¿Está capacitada para comprender eso una Alemania que recientemente tuvo la ocurrencia de plantear a Grecia la implantación de las seis jornadas laborales conpletas a la semana?
Pese a la carencia de detalles cruciales, que previsiblemente se prolongará durante algún tiempo, entre lo que se sabe con certeza acerca de la compra de deuda por parte del BCE hay un aspecto muy significativo y clarificador acerca de la 'filosofía' que inspira su decisión, supuestamente generosa y solidaria: el Banco Central Europeo no comprará la deuda directamente a los países emisores (mercado primario), sino al llamado 'mercado secundario', formado por quienes ya han comprado deuda soberana, en su inmensa mayoría entidades financieras.
Por supuesto, entre esas entidades predominan las de nacionalidad alemana y francesa, que detentan gran parte de la deuda soberana de España. ¿Es esta la ayuda que precisan Italia y España? Obviamente no. Lo que necesitan es que el BCE acuda al mercado primario y compre directamente la deuda, forzando así una bajada sensible de los intereses y una estabilización razonable de la prima de riesgo. La decisión adoptada no dejará de tener una repercusión positiva, pero existe un riesgo claro de que ésta sea limitada y temporal. Quienes han estado especulando con la deuda española van a recibir su premio tras la decisión de Frankfurt y eso puede ejercer un efecto balsámico y tranquilizador en los mercados, pero nada garantiza que, sin tardar mucho, ellos vuelvan a las andadas y España, a estar en apuros.
En ese caso descubriremos - tarde, como siempre - que la operación de compra de deuda del BCE no tiene otro objetivo fundamental que el de trasvasar a la entidad europea los activos de dudoso cobro que actualmente están en manos de empresas financieras privadas. El beneficio que España recibe es meramente colateral y frágil; el que obtendrán los países que tienen vara alta en el Consejo del BCE es directo y sustancial.
Pura prestidigitación. ¿Es en pago a esta broma por lo que pueden endurecerse aún más las condiciones de vida de los españoles?
Pie de foto: Mario Draghi, el 'mago'.
30 mayo, 2012
A los pies de los caballos
Las cosas no pueden ir peor. Con el
diferencial de la prima de riesgo en 534 puntos España rebasa hoy
ampliamente el umbral a partir del cual se impondría un rescate en toda
regla con las lamentables consecuencias previsibles. Aunque el Gobierno
no ha presentado ante el BCE su supuesto 'plan' para que Bankia sea
recapitalizado mediante deuda a cargo de dicha entidad, Francfort
ya ha dejado claro que rechaza tal alternativa.
Estamos a los pies de los caballos gracias a la gestión falsaria, corrompida e irresponsable que ha prevalecido en las viejas cajas, dominadas por la clase política, y gracias las torpezas contumaces de un Gobierno que a estas alturas de la historia está 'groggy', mientras el Estado carece de los fondos necesarios para hacer frente a las necesidades.
Alguien dirá - el Gobierno, por supuesto, y quizás también el sector financiero- que es "contraproducente" aclarar las cosas e improcedente exigir responsabilidades, pero cuando se arruina a un país los ciudadanos están en su derecho de reclamar no sólo la verdad sino también que rueden cabezas. Ahora o nunca.
Estamos a los pies de los caballos gracias a la gestión falsaria, corrompida e irresponsable que ha prevalecido en las viejas cajas, dominadas por la clase política, y gracias las torpezas contumaces de un Gobierno que a estas alturas de la historia está 'groggy', mientras el Estado carece de los fondos necesarios para hacer frente a las necesidades.
Alguien dirá - el Gobierno, por supuesto, y quizás también el sector financiero- que es "contraproducente" aclarar las cosas e improcedente exigir responsabilidades, pero cuando se arruina a un país los ciudadanos están en su derecho de reclamar no sólo la verdad sino también que rueden cabezas. Ahora o nunca.
11 mayo, 2012
Crisis: Las mentiras de España y la anarquía global
Hace hoy una semana, en un Breve publicado aquí a raiz de la cumbre que el BCE celebró en Barcelona, cuestionaba yo la ejecutoria del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), que hasta ayer parecía un personaje grato al Gobierno. "Este hombre - escribía - pasó de criticar la burbuja inmobiliaria generada por la liberalización del suelo que aprobó el PP a no decir esta boca es mía cuando ocupaba la Secretaria de Estado de Hacienda y Presupuestos en 2004, tras la victoria electoral del PSOE. Situado al frente del banco nacional en 2006, estuvo muy discreto hasta la llegada de la crisis, momento a partir del cual habló tan alto como pudo en demanda de reformas estructurales (las que está realizando ahora el PP). MAFO entonces no sólo miró hacia otra parte ante la burbuja inmobiliaria, sino también ante la suicida política crediticia de los bancos, que la engordaron hasta su estallido. Las irregularidades en numerosas cajas de ahorros tampoco le quitaron el sueño. Su jubilación sería una buena noticia".
No imaginaba entonces que el Gobierno y el PP iban a desencadenar una ofensiva en toda regla contra MAFO como consecuencia de la falsa nacionalización de Bankia (en realidad se trata de una socialización parcial y temporal del riesgo que comporta su matriz enferma, el BFA). Es indudable que el gobernador del Banco de España tiene su parte de culpa - y no pequeña -, pero el clamor actual del PP contra él es un truco barato e inútil para evitar que se recuerde su actuación lamentable en las dos principales cajas asociadas en la fórmula Bankia, Caja Madrid y Bancaja (Valencia). Ciertamente el estatus peculiar de las cajas españolas, limitadas financieramente y condicionadas políticamente, debió ser revisado antes, en la medida en que constituían un cuerpo extraño y frágil en un delicado sistema bancario, pero ya no es momento de preguntarse por qué no se hizo. Fueron diversos los gobiernos y los gestores del Banco de España que, por inercia o dejadez, lo consideraron incómodo e inoportuno.
España está ahora bajo el ojo del huracán por la mala cabeza de muchos, pero sobre todo por la tendencia a la ocultación y la mentira de todos los implicados en la gestión publica y privada de la finanzas. Durante al menos tres años han estado garantizando ante propios y extraños la solidez y fiabilidad del sistema bancario, mientras dentro y fuera de nuestras fronteras era notorio que existía un gravísimo problema por causa de la implicación del crédito en la gigantesca burbuja inmobilizaria. El momento de reconocer la realidad y reaccionar frente a ella ha sido pospuesto sistemáticamente hasta que el FMI ha denunciado la situación de Bankia y sus triquiñuelas impresentables para aparentar buena salud. Ahora se ha levantado la veda para todo el sector y las medidas de emergencia adoptadas hoy por el Gobierno tendrán como primera consecuencia un aumento notable del sufrimiento, sin que nadie pueda asegurar que bastarán para alcanzar la confianza de unos mercados-casino que hasta ahora no han visto en la ruina ajena otra cosa que una oportunidad para aumentar sus beneficios.
Dejando por el momento a España aparte, hoy ha transcendido una noticia internacional que nos muestra sin lugar a dudas hasta qué punto el conjunto de la economía occidental está enferma, hasta qué punto el sistema capitalista monetarizado y financiarizado es insostenible. JP Morgan Chase, uno de los grandes bancos estadounidenses que estuvo metido hasta las cejas en el fraude de las hipotecas 'subprime' y hubo de ser rescatado con dinero público ha comunicado una pérdida de 2.000 millones de dólares en derivados de crédito, que "podría empeorar", según su jefe ejecutivo, Jamie Dimon. "Errores, negligencias y faltas de criterio" habrían sido lor motivos, según Dixon, pero nadie ignora que la causa principal de que este tipo de cosas siga sucediendo es la anarquía en la que se mueven las entidades financieras y la creación de productos financieros opacos e inquietantes como los derivados.
La reclamación de medidas regulatorias más duras es ya un clamor en la sociedad americana, pero Obama parece ser rehén de su equipo de asesores económicos y de las presiones de los 'lobbies' financiero. Lamentablemente esa anarquía y falta de escrúpulos se ha apoderado del mundo y si no se le pone límites la consecuencia sólo puede ser un desastre sin parangón.
No imaginaba entonces que el Gobierno y el PP iban a desencadenar una ofensiva en toda regla contra MAFO como consecuencia de la falsa nacionalización de Bankia (en realidad se trata de una socialización parcial y temporal del riesgo que comporta su matriz enferma, el BFA). Es indudable que el gobernador del Banco de España tiene su parte de culpa - y no pequeña -, pero el clamor actual del PP contra él es un truco barato e inútil para evitar que se recuerde su actuación lamentable en las dos principales cajas asociadas en la fórmula Bankia, Caja Madrid y Bancaja (Valencia). Ciertamente el estatus peculiar de las cajas españolas, limitadas financieramente y condicionadas políticamente, debió ser revisado antes, en la medida en que constituían un cuerpo extraño y frágil en un delicado sistema bancario, pero ya no es momento de preguntarse por qué no se hizo. Fueron diversos los gobiernos y los gestores del Banco de España que, por inercia o dejadez, lo consideraron incómodo e inoportuno.
España está ahora bajo el ojo del huracán por la mala cabeza de muchos, pero sobre todo por la tendencia a la ocultación y la mentira de todos los implicados en la gestión publica y privada de la finanzas. Durante al menos tres años han estado garantizando ante propios y extraños la solidez y fiabilidad del sistema bancario, mientras dentro y fuera de nuestras fronteras era notorio que existía un gravísimo problema por causa de la implicación del crédito en la gigantesca burbuja inmobilizaria. El momento de reconocer la realidad y reaccionar frente a ella ha sido pospuesto sistemáticamente hasta que el FMI ha denunciado la situación de Bankia y sus triquiñuelas impresentables para aparentar buena salud. Ahora se ha levantado la veda para todo el sector y las medidas de emergencia adoptadas hoy por el Gobierno tendrán como primera consecuencia un aumento notable del sufrimiento, sin que nadie pueda asegurar que bastarán para alcanzar la confianza de unos mercados-casino que hasta ahora no han visto en la ruina ajena otra cosa que una oportunidad para aumentar sus beneficios.
Dejando por el momento a España aparte, hoy ha transcendido una noticia internacional que nos muestra sin lugar a dudas hasta qué punto el conjunto de la economía occidental está enferma, hasta qué punto el sistema capitalista monetarizado y financiarizado es insostenible. JP Morgan Chase, uno de los grandes bancos estadounidenses que estuvo metido hasta las cejas en el fraude de las hipotecas 'subprime' y hubo de ser rescatado con dinero público ha comunicado una pérdida de 2.000 millones de dólares en derivados de crédito, que "podría empeorar", según su jefe ejecutivo, Jamie Dimon. "Errores, negligencias y faltas de criterio" habrían sido lor motivos, según Dixon, pero nadie ignora que la causa principal de que este tipo de cosas siga sucediendo es la anarquía en la que se mueven las entidades financieras y la creación de productos financieros opacos e inquietantes como los derivados.
La reclamación de medidas regulatorias más duras es ya un clamor en la sociedad americana, pero Obama parece ser rehén de su equipo de asesores económicos y de las presiones de los 'lobbies' financiero. Lamentablemente esa anarquía y falta de escrúpulos se ha apoderado del mundo y si no se le pone límites la consecuencia sólo puede ser un desastre sin parangón.
07 mayo, 2012
Rajoy y el "interés general"
Rajoy se ha mostrado hoy sorprendentemente claro y firme en sus declaraciones a Onda Cero. Paradójicamente, tanta claridad y firmeza la ha destinado a desmentirse por enésima vez a sí mismo: los bancos SÍ serán rescatados con dinero público si ello fuera necesario para el "interés general". Le gustaría - dice tambièn - bajar los impuestos, pero "no puedo". Eso no parece tener nada que ver con un "interés general" tan particular como el que nos tiene a todos bajo la suela del zapato. Su 'firmeza' y 'claridad' no excluye, por otra parte, que alguna autonomía díscola o descuidada con el cumplimiento de las previsiones de déficit pueda ser intervenida.
Con tan inédita contundencia el presidente del Gobierno sólo intenta ocultar el hecho lamentable de que ni él ni su Gobierno rigen ya en absoluto la economía española, que está intervenida 'de facto', bajo los dictados del BCE, institución servil, a su vez, a los intereses del mercado. El patético Rajoy está finalmente en su salsa: obedeciendo y secundando con aparente energía y entusiasmo las decisiones ajenas, que es lo que ha demostrado saber hacer mejor hasta la fecha.
Colateralmente puede deducirse - ante la ausencia de toda alusión al crecimiento - que el BCE y el núcleo duro de la UE descartan que la elección de Hollande en Francia - que ya preveían - vaya a alterar esencialmente el estado de cosas actual. Así se deduce de la proximidad en el tiempo entre las 'claras' declaraciones de Rajoy y la reciente cumbre del BCE en Barcelona, que fue precedida significativamente por la visita de herr Schaüble. En la comparecencia que éste hizo junto a un De Guindos con cara de circunstancias y forzada sonrisa ambos aseguraron que era posible conciliar el control del déficit y el crecimiento económico. Es obvio que, al menos en lo que respecta a España, ninguno de los dos lo creía viable.
Con tan inédita contundencia el presidente del Gobierno sólo intenta ocultar el hecho lamentable de que ni él ni su Gobierno rigen ya en absoluto la economía española, que está intervenida 'de facto', bajo los dictados del BCE, institución servil, a su vez, a los intereses del mercado. El patético Rajoy está finalmente en su salsa: obedeciendo y secundando con aparente energía y entusiasmo las decisiones ajenas, que es lo que ha demostrado saber hacer mejor hasta la fecha.
Colateralmente puede deducirse - ante la ausencia de toda alusión al crecimiento - que el BCE y el núcleo duro de la UE descartan que la elección de Hollande en Francia - que ya preveían - vaya a alterar esencialmente el estado de cosas actual. Así se deduce de la proximidad en el tiempo entre las 'claras' declaraciones de Rajoy y la reciente cumbre del BCE en Barcelona, que fue precedida significativamente por la visita de herr Schaüble. En la comparecencia que éste hizo junto a un De Guindos con cara de circunstancias y forzada sonrisa ambos aseguraron que era posible conciliar el control del déficit y el crecimiento económico. Es obvio que, al menos en lo que respecta a España, ninguno de los dos lo creía viable.
04 mayo, 2012
Una sonrisa insoportable
Cada vez que veo sonreir a esta gente se me revuelven las tripas. ¿De
qué se ríe, concretamente, el gobernador del Banco de España (abajo,
izquierda), Miguel Angel Fernández Ordóñez? Este hombre paso de criticar
la burbuja inmobiliaria generada por la liberalización del suelo que
aprobó el PP a no decir esta boca es mía tras ocupar la secretaria de
Estado de Hacienda y Presupuestos en 2004, después de
la victoria electoral del PSOE. Situado al frente del banco nacional en
2006, estuvo muy discreto hasta la llegada de la crisis, momento a
partir del cual habló tan alto como pudo en demanda de reformas
estructurales (las que está realizando ahora el PP). No sólo miró hacia
otra parte ante la burbuja inmobiliaria, sino también ante la suicida
política crediticia de los bancos, que la engordaron hasta su estallido.
Las irregularidades en numerosas cajas de ahorros tampoco le quitaron
el sueño. Este converso al neoliberalismo está demostrando ser más un
miembro del Consejo de Gobierno del BCE - que no por casualidad tiene su
sede en Francfort - que un gobernador del Banco de España. Su
jubilación sería una buena noticia.
10 junio, 2010
Breves
'Merkozy', el BCE y la especulación.- Con lo que está
cayendo parece mentira que, a estas alturas, haya que urgir a la ComisiónEuropea a que haga los deberes que ya debería haber hecho. La parsimonia de la
Comisión y del BCE no hace sino confirmar el imperio de la filosofía neoliberal (el viejo "dejar hacer, dejar pasar",
caiga quien caiga). Esta situación está permitiendo que se lesione gravemente
la posición española, más por causa de la especulación sobre la deuda y sus
garantías que por el volumen de la deuda en sí. Ofrecer impunemente países
enteros a la rapacidad de los mercados no es precisamente lo que se espera de
una Unión de intereses en la que las decisiones son tomadas por gente que los
ciudadanos de los países afectados no han votado. Lo que uno se pregunta es si
Francia y Alemania no pueden y deben imponer al BCE las medidas necesarias para
frenar la especulación y si su mera reclamación es algo más que un brindis al
sol de cara a la galería.
‘Error’
del Banco Mundial contra España.- El Banco Mundial, que en
esta crisis está evidenciando hasta extremos insospechados la inutilidad de su
existencia, clasifica a España como el quinto país más endeudado de la UE,
cuando es el décimocuarto, y describe su situación 'urbi et orbe' como "muy grave". Cuando el diario 'El
País' indica el error los responsables farfullan excusas gratuitas y
explicaciones inaceptables. En cualquier caso, ante los mercados, el daño ya
está hecho. Es irreversible. Uno ya no sabe si denunciar una conspiración
misteriosa o lamentar la perpetua 'conjura de los necios', conjunto de personajes que acaban siendo
destinados a puestos de responsabilidad en los más prestigiosos organismos internacionales. ¿Una patada hacia
arriba? Una patada en salva sea la parte es lo que se merecen.
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