30 noviembre, 2010

Los papeles de 'Wikileaks', mucho más que cotilleos

La difusión por parte de 'El País' del contenido de los 250.000 documentos acopiados por Wikileaks sobre la actuación de la diplomacia estadounidense en diversos escenarios exteriores -entre ellos España- da detalles inéditos y abochornantes acerca de la habitual injerencia de EE UU en la política de otros países. Como se suele decir, "el infierno está en los detalles" y el conjunto de los documentos que están siendo desvelados abunda en ellos. Son los que pide -hasta lo inquietante- Washington: datos antropométricos, salud, hábitos de vida, tarjetas de crédito... Y los que sus legaciones se afanan en recopilar.

La injerencia toma, por su aparente 'naturalidad', la desenvuelta apariencia de normalidad, pero no es natural ni normal en absoluto. Una cosa es recabar información o plantear reclamaciones concretas al Gobierno y otra muy diferente -como en el caso concreto de España- sondear y presionar al poder judicial (a través de fiscales y jueces) en relación con contenciosos delicados que afectan a Estados Unidos, como el asesinato de José Couso en Bagdad, el destino de los presos ilegales de Guantánamo o los vuelos secretos de la CIA.

El poder judicial es, por definición constitucional independiente, por lo que los contactos entre representantes oficiales de un país extranjero y sus miembros nacionales en relación con asuntos que afectan a ese país es, en el mejor de los casos, impropio y en el peor, ilegal. En cualquier caso, puede calificarse -sin hipérbole- de denigrante para España, que es tratada como un país bananero sin que su Gobierno se atreva a poner las cosas en su sitio.

La Fiscalía General del Estado o los fiscales de la Audiencia Nacional no tienen por qué informar a Estados Unidos acerca de sus propósitos o de las perspectivas probables de un asunto determinado. Y menos aún los jueces. El desconsuelo de la legación de Washington por la salida de Fungairiño, calificado como "interlocutor de gran valor", de la Audiencia Nacional es tan expresivo como inquietante. ¿Qué significa exactamente la calificación de "estrictamente protegido" que la embajada aplica al polémico fiscal?

Por otra parte, ¿cómo cabe interpretar que el ex embajador, Eduardo Aguirre (en la foto), le espete al jefe del Departamento de Política y Seguridad del Gabinete de Presidencia, asesor de Zapatero, que se le está "acabando la paciencia"? ¿Es ese el 'último grito' en el lenguaje diplomático o el de un matón mafioso?

Hay motivos sobrados para hacerse preguntas candentes a raiz de las revelaciones que están surgiendo del análisis de los 250.000 documentos que llegaron a poder de Wikileaks. No son cotilleos banales, como han dado en decir algunos, tal vez envidiosos de la suerte de 'El País', sino un material que es necesario conocer para reubicar a España en el mundo y velar en lo sucesivo para que las injerencias relatadas hoy no persistan en el futuro.

A propósito de esa actitud minimizadora, algunos medios quedan manifiestamente con el culo al aire. El paradigma de la falta de profesionalidad lo ofrece, una vez más, 'El Mundo', que ha decidido mantener prácticamente 'in albis' a sus lectores. El primer día, desde Washington, el corresponsal, en una breve información, calificaba como "insulso" el contenido de la filtración. Hoy, su cosmopolita columnista Arcadi Espada lo describe como "humo de chusma" (¿)

"No están maduras", dijo el zorro ante las uvas incalcanzables


28 noviembre, 2010

Un juego siniestro


La economía española ha vivido una de las peores semanas desde que se inició la profunda crisis económica que vive el mundo a causa de la desregulación y la irresponsabilidad de las políticas ultraliberales. El ataque virulento de los mercados (liderado, como siempre, por la coalición de los 'hedge funds' más poderosos y agresivos) ha sido devastador para la Bolsa española y para algunos de sus valores más sólidos. La siempre oficiosa y sibilina información económica habla de un 'efecto contagio' -algo que por definición no existe- de la crisis irlandesa, y de 'falta de confianza' en la solidez de la economía española.

La 'confianza' o el 'temor' son, como nadie ignora, conceptos eminentemente subjetivos. No se basan en apreciaciones objetivas, aunque en el terreno económico lo pretendan, sino en expectativas supuestamente razonables (especulaciones) que, en el caso de la economía, son siempre interesadas y deliberadas. El temor, fundado o gratuito, hace que especular a la baja contra la deuda soberana o contra los valores más sólidos de un país como España sea un gran negocio a corto plazo, que es el modo en que este juego siniestro se está practicando.

El truco es tan barato como indecente, a la vista de la descripción del procedimiento que hoy hace 'El País Digital' por boca de un 'estratega'. En lo esencial, una coalición de fondos, "de gran tamaño" y sofisticación" vende una gran cantidad de títulos (muchos de ellos prestados) de entidades financieras teóricamente sólidas del país amenazado (en el caso español, Santander y BBVA, por ejemplo) generando un inmediato efecto de bajada al vender sus propios títulos otros muchos fondos de menor entidad, alarmados por el descenso. Los 'trileros' causantes de la alarma compran entonces el máximo de valores a la baja. Consuman así un doble beneficio: el reportado por las ventas a un buen precio y el que les reportará en un futuro próximo el aumento considerable de su cartera.de valores fiables adquiridos a bajo precio. El mismo procedimiento se utiliza contra la deuda o sus seguros (CDS).

Nada nuevo bajo el sol. En los anales de la codicia y la indecencia financiera figura como paradigma la maniobra de los Rothschild -primera banca multinacional- en la Bolsa de Londres a raíz de la batalla de Waterloo. Sabedores de la derrota de Napoleón procedieron exactamente como si hubiera sido Inglaterra la derrotada, precipitándose a vender un gran número de las acciones en su poder. El resto de los agentes, que sabían que Rothschild contaba siempre con buena información del continente, imitaron su actitud. Mientras tanto, agentes encubiertos de la banca falsaria se apresuraban, una vez consumada la bajada, a comprar a precios de saldo todo lo que se vendía, incluidas las que habían vendido.

A estas alturas de la historia tales actividades deberían estar severamente castigadas, en la medida en que constituyen una "maquinación para alterar el precio de las cosas", que, al menos en el Código Penal español, esta tipificada como delito. Sin embargo, la impunidad y el abuso son la regla, al igual que ocurre con el abuso -habitual- de información privilegiada, conocido en muchos casos e ignorado casi siempre. Mientras tanto, el G-20 no acaba de llegar a acuerdos -apenas enunciados- que pongan fin a la anarquía, seguramente a la espera de que las cosas mejoren y la cirugía parezca innecesaria. La presión de los mercados y de la banca es formidable y la cobardía política paraliza cualquier medida por miedo a su reacción.

Por otra parte, en un contexto económico globalizado la capacidad de maniobra de los estados y de las entidades financieras nacionales para neutralizar o mitigar las adversidades es muy limitada, especialmente cuando, como en el caso de España, no se dispone de una moneda propia ni se puede adoptar una política económica determinada sin la aprobación de la UE. A fin de cuentas el ataque especulativo tiene como objetivo el euro más que las economías nacionales, aunque éstas sean las damnificadas en primera instancia.

Atribuir a Zapatero y a la política económica del Gobierno la culpa exclusiva de la 'desconfianza' de los mercados es estúpido además de injusto. La especulación está atacando a los países más débiles del Euro, que no lo son por errores recientes sino por debilidades estructurales seculares. Sólo Irlanda tiene un pecado complementario: a su debilidad económica tradicional une el haber abrazado con un excesivo e irreflexivo entusiasmo las políticas económicas liberales. Su hinchazón artificial, como la de Islandia, se han desinflado aún más rápido de lo que se crearon. El tigre celta ha resultado ser un gatito encaramado en un árbol demasiado alto.

España no tardará en aplicar las impopulares reformas que habían sido aplazadas (tal vez para no contaminar las elecciones catalanas) y que el PP ha convertido en su 'caballo de batalla', fuente de todas las desautorizaciones al Gobierno y causa -según él- de la 'desconfianza' de los mercados. Zapatero ha elegido, para sentirse respaldado en esa grave decisión, la fórmula de una reunión con los directivos de las 37 empresas más importantes del país, obviamente favorables a esas reformas.

Con la experiencia adquirida, cualquiera puede intuir que tales medidas no van a frenar la especulación contra España. Si los 'hedge funds' creen que especular contra España es un buen negocio seguirán haciéndolo y si llega el momento en que la UE tiene que ‘salvar’ a España con un torrente de millones de euros darán zapatetas de alegría porque buena parte de ese dinero irá a parar a sus manos.

¿No es éste un sistema enfermo e insostenible? ¿Qué más datos hacen falta para que el G-20, el FMI y los bancos nacionales de todo el mundo pongan fin a esta orgía frenética que convierte a los ciudadanos en esclavos de la arbitrariedad y la codicia durante décadas?

12 noviembre, 2010

Breve



Chantaje por el Sahara.- Por muchos subterfugios que intente, al Gobierno español le resulta imposible explicar su actitud respecto a Marruecos en relación con las demandas de independencia de la población saharaui. El chantaje marroquí es permanente y la amenaza se explicita con frecuencia mediante protestas relacionadas con las plazas de Ceuta y Melilla, las más recientes promovidas por una supuesta Coordinadora de la Sociedad Civil (sic). El truco indecente y cobarde de movilizar a los civiles es una táctica recurrente e intolerable de nuestro "socio estratégico" que no debería justificar el silencio cómplice ante sucesos brutales como los de El Aaiun. Si, como suele decirse, España y Marruecos están condenados a entenderse no debe ser sobre la sangre de los saharuis.

07 octubre, 2010

Breve



El patio valenciano de Monipodio.- En la Comunidad Valenciana la creatividad a la hora de desviar fondos públicos a los bolsillos privados es exuberante y desprejuiciada. Casi dos millones supuestamente destinados a la ayuda al desarrollo han acabado convertidos en inversiones inmobiliarias de una oscura fundación presidida por una persona ya inhabilitada judicialmente por malversación y apropiación indebida. En dicha comunidad está de moda la creación de fundaciones supuestamente filantrópicas que ocultan oscuros intereses, como reveló ya en julio El País

04 octubre, 2010

Breve



CEOE feudal.- Dime qué patronal tienes y te diré cómo va el país. En la CEOE, por si no bastase la situación de su presidente, Díaz Ferrán, con una deuda millonaria a la Seguridad Social e impagos igualmente millonarios a sus trabajadores, así como cierres y quiebras que están bajo la lupa legal, surge ahora la realidad de la actitud cavernicola del director de Relaciones Laborales con sus empleados en la propia patronal. El primero se niega a dimitir y al segundo, multado por la Inspección de Trabajo, nadie le ha pedido la dimisión. La CEOE, dirigida durante décadas por un presidente que procedía de la estructura pseudosindical del franquismo, sigue transmitiendo la imagen de un capitalismo preindustrial. Cuando se habla de la baja productividad española nadie pone el dedo en esa llaga que explica ese y otros muchos problemas.

21 septiembre, 2010

Breve



Orgía armamentística en el Golfo.- 123.000 millones de dólares es el desorbitado importe de la inversión en armamento que los países árabes del Golfo Pérsico socios de Estados Unidos han decidido realizar para defenderse ante a un hipotético ataque de Irán. Dicho ataque podría ser desencadenado en respuesta a otro de Estados Unidos o Israel contra las instalaciones nucleares iraníes, según las incertidumbres estratégicas que Washington ha contribuido a sembrar. Para EE UU, cuyo Congreso aprobará próximamente el contrato, son todas las ventajas. Y éstas no son sólo económicas. So pretexto de mejorar la seguridad de los países amigos del Golfo podrá descargarse de parte del esfuerzo militar que le supone garantizar su acceso a los dos tercios de las reservas mundiales de petróleo.

05 septiembre, 2010

Tregua de ETA, nada nuevo

El anuncio de tregua realizado por ETA vía vídeo de encapuchados no contiene ninguna novedad que permita deducir que ha cambiado ni un ápice, que ha hallado la salida del laberinto en el que lleva medio siglo perdida. Salvo aportaciones posteriores -que se aguardan, pero sin esperanzas-, ésta es una más de las treguas tácticas planteadas por la banda, forzada en este caso no sólo por su situación de debilidad sino también por la presión crítica de la izquierda abertzale.

Dado que ya existe experiencia suficiente respecto a estos movimientos, la respuesta del Estado no debe ser otra que una negativa terminante a cualquier tipo de diálogo porque el diálogo otorga a ETA una entidad política y una representatividad de las que objetivamente carece. Y además cualquier compromiso al que la banda pueda llegar puede transformarse en papel mojado en cuestión de horas, dadas las divisiones dogmáticas y sectarias que subsisten en su interior.

La "solución democrática" que ETA insiste en defender no puede ser planteada por un grupo de terroristas que siempre ha despreciado las urnas y que, estúpidamente, ha pretendido arrancar el derecho de autodeterminación por las armas. ¿Está "agotado" el marco autonómico, como ellos afirman, en sintonía con todos los nacionalistas? No, en absoluto; sólo los que pretenden imposibles lo ven agotado.

Lo pida quien lo pida, la exigencia de que (sólo) los vascos decidan requiere una reforma constitucional esencial, que tendría que ser votada por todos los españoles. Ellos y nosotros sabemos cuál sería el resultado de ese referéndum. Entonces, ¿por qué insisten?

No sólo no ha logrado ninguna conquista política a lo largo de su historia, bañada en sangre y brutalidad, sino que ha perjudicado severamente a la causa que dice sostener. El rechazo de la izquierda abertzale a la violencia como arma política es expresivo del fracaso histórico etarra. Si ETA quiere ser realmente y consecuentemente útil a Euskalherría el camino pasa por la entrega de las armas y la disolución. Cuanto más tarden en asumirlo, peor para todos, pero sobre todo para ellos.

19 agosto, 2010

Comienza la "iraquización"


La pasada madrugada los "últimos" efectivos de combate estadounidenses en Irak abandonaron el país vía Kuwait. Eso dicen a estas hoiras los engañosos titulares, que hablan también del "fin de una guerra" de siete años.

Lo cierto es que la guerra propiamente dicha terminó, como cualquiera puede recordar, apenas se inició. El ejército iraquí se esfumó y el sanguinario dictador Sadam Hussein se enterró en vida hasta que una traición bien pagada lo exhumó. Si hablamos de la guerra contra el terrorismo ("war on terror", en el lenguaje de la estrategia global implementada en la 'era Bush'), habrá que admitir que está lejos de terminar, como evidenció el reciente atentado suicida, atribuido a Al Qaeda, que se saldó con al menos medio centenar de muertes.

Una guerra concluye cuando uno de los contendientes es derrotado, admite su derrota y se pone a merced del ejército victorioso. Eso sucedió con el Irak de Hussein, no con el Irak de Al Qaeda, inexistente en la era Sadam, que, en un efecto torpemente imprevisto e indeseable, apareció y tomó fuerza tras la invasión.

No es cuestión de alargar innecesariamente este comentario con la evocación de las múltiples indecencias y torpezas de una invasión basada en acusaciones ficticias. Bush ni siquiera pudo convencer a la comunidad internacional de sus motivos y vio frustrado su propósito de reconstruir la fuerza multinacional que apoyó a su padre tras la invasión de Kuwait. A ese fracaso inicial siguió otro aún más grave en la hipotética pacificación y democratización del país invadido. Ahora mismo Irak se halla virtualmente sin Gobierno como consecuencia de las diferencias irreconciliables entre comunidades religiosas (chiíes y suníes) y étnicas (árabes y kurdos) que Hussein acostumbraba a suprimir mediante una brutalidad desproporcionada.

Este, en definitiva, es un fin de guerra falso, pero también es una falsa retirada de fuerzas de combate. 50.000 efectivos permanecerán 'sine die' en el país ocupado. Se trata de fuerzas de combate a las que, a partir del 31 de este mes, se les cambiará nominalmente de misión para dedicarlas -se asegura- a dar formación y apoyo el ejército y las fuerzas de seguridad iraquíes. Y es curioso porque se supone que esa ha sido su función -aparentemente nada exitosa- en los últimos años.

El esquema reproduce fielmente lo que en la guerra de Vietnam la política estadounidense calificó eufemísticamente como "vietnamización", el principio del fin de una aventura estúpida y la asunción de una impotencia muy duras de admitir para una superpotencia, pero inevitables. Barack Obama, sumido ya en un clima preelectoral que su partido contempla con inquietud, puede bautizar como le parezca más oportuno la nueva situación, pero nada puede ocultar que es imposible poner fin con honor a la deshonra generada por su predecesor.

Estados Unidos dejará en Irak, cuando se retire (si alguna vez lo hace), un país más dividido y peligroso que el que encontró y por ende habrá aumentado la inseguridad en un área de por sí explosiva. Nadie puede vender la operación "Libertad Iraquí" ni sus secuelas como un éxito cuando es justamente lo contrario.

16 agosto, 2010

Breve



Kapoor, un ‘arrepentido’ militante.- Por su especial interés para todos los públicos rescato del suplemento económico de 'El País' del domingo la entrevista con Sony Kapoor, que estuvo en las vísceras de la infernal maquina financiera y decidió dejar de ser parte del problema para intentar ser parte de la solución. Ahora asesora al G-20 sobre la reforma de los mercados. Sus declaraciones no tienen desperdicio y son muy esclarecedoras sobre las causas de la crisis. Es raro que un experto hable con tanta claridad, con conceptos comprensibles por todos.