12 noviembre, 2010

Breve



Chantaje por el Sahara.- Por muchos subterfugios que intente, al Gobierno español le resulta imposible explicar su actitud respecto a Marruecos en relación con las demandas de independencia de la población saharaui. El chantaje marroquí es permanente y la amenaza se explicita con frecuencia mediante protestas relacionadas con las plazas de Ceuta y Melilla, las más recientes promovidas por una supuesta Coordinadora de la Sociedad Civil (sic). El truco indecente y cobarde de movilizar a los civiles es una táctica recurrente e intolerable de nuestro "socio estratégico" que no debería justificar el silencio cómplice ante sucesos brutales como los de El Aaiun. Si, como suele decirse, España y Marruecos están condenados a entenderse no debe ser sobre la sangre de los saharuis.

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