26 marzo, 2013

Censurado

He aquí, en su integridad, el artículo censurado al economista Juan Torres López por 'El País'. Motivo suspuesto: la comparación 'improcedente' entre Merkel y Hitler y entre la Alemania actual y la del nazismo. motivo más probablemente real: la explicación subrayada de un hecho que, por razones incomprensibles, apenas se ha comentado hasta ahora; que la banca alemana se cargó imprudentemente con casi un billón de euros en activos tóxicos de otros paises de la UE. Lejos de caer, la banca teutona ha vuelto en su favor el "error", sometiendo a los países beneficiarios de su "generosidad" en un hinterland muy provechoso para sus intereses, en un 'tercer mundo' a la puerta de su casa, muy conveniente para la extensión y consolidación de su poder. ¿A quién y por qué hiere el hecho de que se diga esta verdad necesaria?

Alemania contra Europa


Juan Torres López – Consejo Científico de ATTAC España

GERMANY/Es muy significativo que habitualmente se hable de “castigo” para referirse a las medidas que Merkel y sus ministros imponen a los países más afectados por la crisis. 

Dicen a sus compatriotas que tienen que castigar nuestra irresponsabilidad para que nuestro despilfarro y nuestras deudas no los paguen ahora los alemanes. Pero el razonamiento es falso pues los irresponsables no han sido los pueblos a los que Merkel se empeña en castigar sino los bancos alemanes a quienes protege y los de otros países a los que prestaron, ellos sí con irresponsabilidad, para obtener ganancias multimillonarias.

Los grandes grupos económicos europeos consiguieron establecer un modelo de unión monetaria muy imperfecto y asimétrico que enseguida reprodujo y agrandó las desigualdades originales entre las economías que la integraban. Además, gracias a su enorme capacidad inversora y al gran poder de sus gobiernos las grandes compañías del norte lograron quedarse con gran cantidad de empresas e incluso sectores enteros de los países de la periferia, como España. Eso provocó grandes déficits comerciales en éstos últimos y superávit sobre todo en Alemania y en menor medida en otros países.

Paralelamente, las políticas de los sucesivos gobiernos alemanes concentraron aún más la renta en la cima de la pirámide social, lo que aumentó su ya alto nivel de ahorro. De 1998 a 2008 la riqueza del 10% más rico de Alemania pasó del 45% al 53% del total, la del 40% siguiente del 46% al 40% y la del 50% más pobre del 4% al 1%.

Esas circunstancias pusieron a disposición de los bancos alemanes ingentes cantidades de dinero. Pero en lugar de dedicarlo a mejorar el mercado interno alemán y la situación de los niveles de renta más bajos, lo usaron (unos 704.000 millones de euros hasta 2009, según el Banco Internacional de Pagos) para financiar la deuda de los bancos irlandeses, la burbuja inmobiliaria española, el endeudamiento de las empresas griegas o para especular, lo que hizo que la deuda privada en la periferia europea se disparase y que los bancos alemanes se cargaran de activos tóxicos (900.000 millones de euros en 2009).

Al estallar la crisis se resintieron gravemente pero consiguieron que su insolvencia, en lugar de manifestarse como el resultado de su gran imprudencia e irresponsabilidad (a la que nunca se refiere Merkel), se presentara como el resultado del despilfarro y de la deuda pública de los países donde estaban los bancos a quienes habían prestado. Los alemanes retiraron rápidamente su dinero de estos países, pero la deuda quedaba en los balances de los bancos deudores. Merkel se erigió en la defensora de los banqueros alemanes y para ayudarles puso en marcha dos estrategias. Una, los rescates, que vendieron como si estuvieran dirigidos a salvar a los países, pero que en realidad consisten en darle a los gobiernos dinero en préstamos que pagan los pueblos para traspasarlo a los bancos nacionales para que éstos se recuperen cuanto antes y paguen enseguida a los alemanes. Otra, impedir que el BCE cortase de raíz los ataques especulativos contra la deuda de la periferia para que al subir las primas de riesgo de los demás bajara el coste con que se financia Alemania.

Merkel, como Hitler, ha declarado la guerra al resto de Europa, ahora para garantizarse su espacio vital económico. Nos castiga para proteger a sus grandes empresas y bancos y también para ocultar ante su electorado la vergüenza de un modelo que ha hecho que el nivel de pobreza en su país sea el más alto de los últimos 20 años, que el 25% de sus empleados gane menos de 9,15 euros/hora, o que a la mitad de su población le corresponda, como he dicho, un miserable 1% de toda la riqueza nacional.

La tragedia es la enorme connivencia entre los intereses financieros paneuropeos que dominan a nuestros gobiernos, y que estos, en lugar de defendernos con patriotismo y dignidad, nos traicionen para actuar como meras comparsas de Merkel.

Nota del censorEL PAÍS ha retirado de su web el artículo “Alemania contra Europa”, firmado por Juan Torres López y publicado en su edición de Andalucía, porque contenía afirmaciones que este periódico considera inapropiadas. EL PAÍS lamenta que un error en las tareas de supervisión haya permitido la publicación del citado material. Las opiniones expresadas por Torres López solo representan al autor.

 
 
 

16 marzo, 2013

Un ladrón llamado UE

La UE ha aprobado el 'rescate' de Chipre, pero éste se hará, en gran medida, con los ahorros de los nacionales. Lo llaman 'quita', pero es robo. Quienes tengan más de 100.000 euros ahorrados contribuirán con un 9,9 por 100 y quienes tengan menos, con un 6,75, convirtiendo en papel mojado la supuesta garantía que amparaba los depósitos bancarios hasta dicha cantidad. 
Para justificar el robo, a la UE le basta con responder que se trata de una 'situación especial', y para intentar calmar el lógico furor de los afectados se asegura que recibirán en acciones el equivalente al dinero detraído, es decir, sustraído. A los indios también les daban espejuelos a cambio de oro. 
Nuestro Gobierno se ha apresurado a asegurar que la situación de Chipre "no es extrapolable". Lo será o no lo será, pero lo que sí es extrapolable es el miedo y la inseguridad que generaen todos los países con problemas de la Unión una medida tan 'especial' e injusta como la que la UE ha impuesto en Chipre.

13 marzo, 2013

Humo blanco

La iglesia católica ya tiene padre, pero aún no se sabe quién es el 'afortunado'. Le estarán peinando, o dándole tranquilizantes... Yo me alegro de que, al menos, se termine esta comedia neolítica que intenta tener a todo el mundo pendiente de una señal de humo mientras las enloquecidas locomotoras del ultraliberalismo se ceban sobre la humanidad como los jinetes del apocalipsis. Lo que sobra son maniobras de distracción.

01 marzo, 2013

Cospedal, en su jardín


Incluso la 'infundiosa' más impertérrita del país; la que, entre otras fabulaciones, creó aquella que denunciaba una conspiración político-policial contra su partido, que nunca confirmó ni rectificó, naufraga a la hora de explicar lo inexplicable. Ella sola se metió en el jardín, con su indemnización 'en diferido' y con su 'simulación' en directo. 
La simulación es realmente el problema: simulan representar a los ciudadanos cuando en realidad representan los intereses de una ínfima y privilegiada minoría; simulan gobernar cuando están a las órdenes directas e inflexibles de Bruselas y del BCE; y, sobre todo, simulan ser honestos y cumplir las leyes cuando todo indica lo contrario. Tanta simulación parece estar dañando sus cerebros y ya ni siquiera saben hilar una mentira que convenza a sus incondicionales.