26 febrero, 2010

Pérez Reverte y la memoria histórica: Elogio de la guillotina

El diario 'El Mundo' (Enlace al original) dedica hoy una extensa entrevista al escritor Arturo Pérez Reverte con ocasión del lanzamiento de su última entrega: "El Asedio", escenificada en un Cádiz cercado por los franceses que elaboró la primera Constitución democrática española. La provocativa gratuidad y el exceso de algunas de sus afirmaciones me ha llevado a apostillarlas puntualmente.

"Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?"

- Pues no, no comprendo. "Hijo de puta" es una expresión impropia y de valor indeterminado desde un punto de vista histórico y dialéctico. El 36 fue un golpe de estado de la derecha más cavernícola, religiosamente integrista, políticamente autoritaria y económicamente feudal, contra una República democrática y un Gobierno elegido por el pueblo. Generalizar la hijoputez es, a su vez, una hijoputez o, para decirlo en términos cultos; una falacia insostenible.

"Yo soy de Cartagena, y en Cartagena, que era zona roja, hubo de todo, hubo represión brutal de los milicianos y represión brutal de los falangistas. Y a mí, cuando era pequeño, me contaron las dos represiones, las dos; por eso, hablar de unos buenos y otros malos a estas alturas... Cualquiera que haya leído historia de España sabe que aquí todos hemos sido igual de hijos de puta, TODOS".

- Cualquiera que haya leído la historia sabe que, desde los Reyes Católicos, hasta la fecha -con la Inquisición y el latifundismo mediante; con una aristocracia corrompida y abusiva, y la conquista de América como cortina de humo del conflicto interno-, el hijoputismo ha sido patrimonio del poder y de sus sicarios. La guerra civil -prolongada innecesariamente, según algunos analistas, para perpetrar una matanza genocida- fue un Acto de Fe inquisorial masivo. Pero esta vez los acusados se defendieron con las armas en la mano y respondieron aplicando la Ley del Talión. Perdieron, como todos sabemos. Por ello es posible leer hoy "explicaciones" como la que Pérez Reverte intenta perpetrar.

"El problema es que España es un país inculto, España es un país gozosamente inculto, es un país deliberadamente inculto, que disfruta siendo inculto, que hace ya mucho tiempo que alardea de ser inculto, y con gente así, esa Ley de Memoria Histórica es ponerle una pistola en la mano. No estamos preparados para leyes como ésas".

- España es -efectivamente- un país inculto, pero no lo es deliberadamente y mucho menos gozosamente. Cuando el español ha tenido la oportunidad de adquirir cultura lo ha hecho. El problema es que la cultura ha sido largamente monopolizada por una minoría, generalmente clasista y reaccionaria; que la generalización de la enseñanza ha sido deliberadamente tardía (aún viven analfabetos entre nosotros) y que, para colmo, la televisión -especialmente a partir de la introducción de las cadenas privadas- es una arma de destrucción masiva de la inteligencia. En cuannto a la Ley de Memoria histórica, es una ordalía imprescindible. Algo que los vencedores deben a los vencidos como muestra de reconciliación real. Ese "no estamos preparados" es algo que siempre ha dicho la derecha para negar todo cambio. En realidad lo que siempre ha significado es "no está preparado" (el populacho) y, en última instancia -y sobre todo-, "por encima de mi (nuestro) cadáver".

"Es que aquí nos faltó una guillotina al final del siglo XVIII. El problema de España, a diferencia de Francia, es que no hubo una guillotina en la Puerta del Sol que le picara el billete a los curas, a los reyes, a los obispos y a los aristócratas... y al que no quisiera ser libre le obligara a ser libre a la fuerza. Nos faltó eso, pasar por la cuchilla a media España para hacer libre a la otra media. Eso lo hemos hecho luego, hemos fusilado tarde y mal, y no ha servido de nada".

- Esta afirmación es un disparate de tal calibre que se autodesautoriza sin ayuda alguna. Ni siquiera en un debate tabernario de alta graduación sería de recibo. Por otra parte, el autor de la 'boutade' olvida que a la 'higiénica' guillotina le siguió Napoleón, que se autocoronó emperador y sacrificó a cientos de miles de franceses en sus imperiales guerras; que luego estalló la Comuna... En fin, que la guillotina no soluciona nada y que Pérez Reverte lee mucha historia -eso dice- pero la digiere a su manera, como la haría un voluntarioso inculto. La gran diferencia entre España y Francia en aquella época crucial no fue la guillotina sino la Enciclopedia.

"Desde hace 25 años veo dos películas diarias en mi casa".

- Eso podría explicarlo todo. Nuestro autor es una mezcla de John Wayne, James Bond y Harry el Sucio. Un chulapo sin sustancia que ha visto muchas de sus novelas trasladadas al cine; sin nada de Billy Wilder, ni de Orson Welles, ni de Alfred Hitchcock. La diferencia -para nuestro dolor- es que escribe y habla más que todos ellos juntos y les supera ampliamente en injustificable arrogancia intelectual.

18 febrero, 2010

¡Cómo mola Aznar!


Arte, elegancia, distinción y estilo. Esas son las virtudes del hombre que gobernó España durante ocho años y la metió en una guerra ilegal, tejida con mentiras y codicia; el mismo que condenó a su partido a la derrota por sostener una mentira hasta lo insostenible. Hoy, en la Universidad de Oviedo, Aznar demostró una vez más -ésta con grosera elocuencia- de qué madera está hecho el paradigma de la derecha española, al responder soezmente, con una higa, a los estudiantes que le abucheaban.

En su intervención ante los estudiantes leales, que le habían invitado -supongo- con fondos públicos cuya utilización debería ser discutida, también se mostró a la altura de las circunstancias: "el jefe de los pirómanos no puede ser capitán de los bomberos", dijo el incendiario número uno. En alusión a Zapatero, por supuesto. El tema era la crisis, un problema que el eximio prepotente arreglaría en dos patadas. Y seguro que en nuestros traseros.

Los estudiantes, que le abucharon dentro y fuera del recinto, le habían llamado terrorista y criminal de guerra, cosas que a nadie le gusta oir, pero responder con una higa... ¡Por favor! Además, ni siquiera eran del PSOE porque entre sus gritos se podía distinguir el de "PSOE y PP la misma mierda es".

"Hay algunos que parecen empeñados en demostrar que no pueden vivir sin mí", aseguró el incólume irónico. ¡Qué humor tan envidiable! Si es que está hecho un chaval.

Foto Reuters

12 febrero, 2010

De la 'ruina' española y sus causantes (y V)

"Lo que está en juego es el futuro de la democracia y de la Europa social; los griegos deben luchar por todos nosotros."
Costas Douzinas, profesor de Ciencias Sociales en la Universidad de Birmingham (Reino Unido)..


La cita de Douzinas es sólo una parte del corolario de un artículo suyo de lectura muy recomendable publicado recientemente en 'The Guardian' y que viene a confirmar lo ya apuntado aquí acerca de las segundas intenciones de la ofensiva contra el euro a costa de los paises de la UE gobernados por la izquierda. No hay paranoia cuando los argumentos se basan en hechos y reflexiones objetivas acerca de realidades evidentes. El neoliberalismo de la desrregulación y la financiarización, lejos de sentirse derrotado por las consecuencias ruinosas de la aplicación de sus principios, continúa su ofensiva implacable. Y todo indica que con mayor arrogancia que nunca.

La gravísima crisis económica no está conduciendo, paradójicamente, a la reforma y el control de la 'industria financiera' causante del desastre, sino a la imposición de sus planteamientos. Los planes de presunto relanzamiento que se quieren imponer a los PIGS (en desafortunada expresión del prepotente Financial Times) van en la dirección neoliberal de una desregulación que se plantea especialmente en el mundo laboral. Reducir los costes salariales y convertir los despidos en un paseo por el campo es uno de los objetivos. Rajoy admitió hace unos días, por primera vez, este objetivo, aunque se agarró oportunamente al documento que el "Grupo de los cien"   hizo público en abril de 2009.

Ahora que se habla de un pacto de Estado frente a la crisis, con un insólito protagonismo del Rey -supuestamente basado en un irreal vacío de autoridad-, el PP sigue sin hablar claro, pero sí ha sido terminante en una cosa. No participará en dicho pacto si se pretende subir los impuestos; lo que reclama es precisamente lo contrario. Tal rechazo, de base supuestamente neoliberal, asociado con la reducción radical del gasto público y el aumento previsible del desempleo -si se aplica la reforma laboral-, no haría otra cosa que agravar la situación socioeconómica a corto plazo y empeorar la economía a medio plazo. Si a eso le unimos la reforma del sistema de pensiones en el sentido ya apuntado, la huelga general empezaría a tomar visos de realidad.

La postura de la derecha no es algo que se pueda sostener seriamente, pero lo último que pretende el PP es ser constructivo. Dada su estrategia indecente de aprovechar la crisis para hundir al Gobierno, es evidente que lo último que hará es participar en un pacto conducente a mejorar las cosas. Eso debe ser lo que ellos llaman patriotismo. Si ellos achacan a motivos ideológicos la resistencia del Gobierno a asumir políticas impopulares, los motivos del PP para rechazar el pacto son bastante más ramplones y terrestres: ocupar La Moncloa tras someter al Ejecutivo a un cerco despiadado. Caiga quien caiga; incluso si es España la que cae más aún.

La culpa de la crisis no se puede achacar a la política económica del Gobierno o a su ausencia; tampoco a la supuesta improvisación, reacción impuesta por una situación permanentemente cambiante. Una economía tan dependiente como la española de la construcción -gran generadora de empleo directo e inducido- exhibe toda su debilidad cuando ese sector se despeña. Y el despeño es tanto más probable cuanto más se aleja la oferta de la demanda real, lo cual en el caso español llegó hasta el punto de ser la primera el doble de la segunda.

No va a ser fácil refundar la estructura productiva y situar al sector inmobiliario en su justo lugar, importante pero no el más importante. Eso requerirá un cambio radical de filosofía del empresariado español, parte del cual está excesivamente habituado al gran beneficio a corto plazo y no tiene la cultura creativa, innovadora y valiente que requieren las circunstancias y que caracteriza a las economías más sólidas. Cualesquiera que sean los estímulos oficiales que se activen la resistencia está garantizada. Esa y no los costes salariales es la causa de la falta de competitividad de la economía española, dramáticamente agravada desde la entrada en la Eurozona.

A nivel europeo, lo que la crisis está poniendo de manifiesto, además de la indudable seducción por las soluciones neoliberales que comparte la cúpula directiva con los responsables económicos de casi todos los países, es la fragilidad y las disfunciones que provienen de los principios adoptados en los diversos tratados de la Unión y en especial de la artificialidad de una unión que es meramente monetaria, no económica. La solidaridad real entre los miembros ha comenzado a ser sometida a una dura prueba, tanto más crucial cuanto la zona euro está integrada por países en muy diferente situación antes y durante la crisis. Algunos han respondido mejor, otros peor y otros sencillamente se han visto desbordados e inermes.

La opinión pública alemana contesta ahora mismo la decisión de su Gobierno de participar en la operación de salvamento de Grecia. Todo está bien cuando las cosas van bien; cuando no es así se ven las grandes grietas de un edificio hecho de retales y condicionado por una absurda idea de crecimiento permanente que la crisis hace crujir y trepidar sonoramente. Nos queda mucho por ver, sin duda. Esta crisis va a ser más prolongada de lo que muchos han dicho creer. Los famosos 'brotes verdes' no pueden limitarse al crecimiento del PIB, que además este último trimestre se ha estancado en la UE. Comienza a ser verosímil, por otra parte, la posibilidad de un rebrote de la recesión.

En lo que respecta a España, parece urgente que el pacto que se pretende alcanzar sume a los bancos al consenso. Su actitud es clave y por el momento sólo son parte del problema, no de la solución. Los esfuerzos deberían centrarse de modo prioritario en contener el desempleo, que no cesa de avanzar y que, cuanto más lo hace, más amenaza con la posibilidad de que millones de españoles sumen a su condición de parados la carencia de subsidios, lo que conduciría a una contracción excepcional del consumo y a un círculo vicioso de difícil salida.

Ese sería el auténtico fracaso del sistema, una tragedia que puede convertir la paz social en un grato recuerdo.

11 febrero, 2010

De la 'ruina' española y sus causantes (IV)

Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001: "Europa 
debería quemar a los especuladores".

El huracán del ataque al eruro se ha desvanecido tan rápidamente como creció, pero nadie podrá decir que no ha tenido consecuencias dignas de consideración. La Unión Monetaria ha recibido el golpe más contundente de su historia en el peor momento imaginable y los países que la integran se han comprometido de urgencia a contribuir al salvamento de Grecia. El Gobierno español se verá seguramente forzado a adoptar medidas impopulares que no entraban en sus cálculos y lo mismo tendrán que hacer los demás países de la UE más golpeados por la crisis. Así las cosas, ha llegado el momento de preguntarse por el origen y las motivaciones del curioso fenómeno de la especulación agresiva sobre los CDS de la deuda española.

Establecido el hecho de que la situación de España dista mucho de parecerse a la de Grecia, especialmente en el terreno de la deuda, sobre cuya fiabilidad se especulaba, es lógico preguntarse por qué "se temía", irracionalmente, un efecto dominó sobre España, con una relación Deuda/PIB del 55 por 100, y no, por ejemplo, sobre Italia, que, con el 116 por 100 (más del doble) tiene uno de los índices más inquietantes de la Eurozona. ¿Misterio? Eso podría parecer, pero ¿es casual que los ataques especulativos se dirijan contra las economías de tres países gobernados por la izquierda? ¿Lo es también que elijan como objetivo principal al país que está ejerciendo la presidencia de turno de la Comunidad?

Entre los analistas predominan los que limitan el objetivo del ataque al euro a un propósito meramente especulativo: pura rutina de los inescrupulosos 'hedge funds'. Los más interpretativos creen que el mercado decidió 'poner a prueba' la fortaleza del euro mediante esa operación. Demasiado inocuo, si se tienen en cuenta, por un lado, los magros beneficios económicos que habría reportado el ataque en el caso de prosperar y, por otro, el carácter ilusorio de la expectativa de que tal ataque fuera ignorado por los países de la eurozona.

Si nos retrotraemos un poco en el tiempo, encontraremos que los 'hedge funds', especialmente los ajenos a la UE -los más poderosos y virulentos-, se mostraron muy inquietos y beligerantes contra la propuesta legislativa de la presidencia española para regular las industrias, al interpretar como proteccionismo económico lesivo para sus intereses una revisión del texto inicial, redactado bajo la presidencia sueca, que haría depender de puntuales y "adecuados acuerdos de cooperación" el acceso de los 'hedge funds' extracomunitarios a los clientes potenciales de la UE. Ahora preguntémonos de dónde procedió el ataque de los 'hedge funds' y podremos establecer una relación causa-efecto que relativiza, si no elimina, el diagnóstico de 'paranoia' que recibieron las declaraciones de José Blanco, que, por cierto. no han sido las únicas en achacar intenciones ocultas a la singular operación especulativa.

Tanto los 'hedge funds' internacionales como el resto del sector financiero ven con diverso grado de preocupación  los propósitos comunitarios de aumentar el control y la vigilancia sobre los mercados y califican las medidas que están estudiando los parlamentarios europeos de 'proteccionistas'. ¿Se puede llamar proteccionismo al propósito de adoptar las precauciones necesarias para evitar que, nuevamente, una minoría de desalmados codiciosos provoque una crisis desastrosa, similar a la que ahora sufre la economía mundial?

En el lenguaje ultraliberal sí. Los buitres financieros, crecidos por haber salido casi indemnes del batacazo financiero que provocaron y por la relativa indefensión en que se encuentran los países que intentan pagar los platos rotos por ellos, no dejan de ejercer toda la presión de que son capaces -que es mucha y muy poderosa- para que la llamada 'industria de servicios financieros' siga funcionando con la misma autonomía e irresponsabilidad que antes de la crisis.

En Estados Unidos lo están haciendo mediante el uso de 'lobbies', largamente entrenados y arraigados en el sistema político, que inmovilizan y frustran las reformas anunciadas por Obama. En Europa el 'lobbysmo', engendro de naturaleza claramente antidemocrática, carece -afortunadamente- de poder y tradición. Para obtener los mismos resultados es preciso recurrir a otros procedimientos, además de la utilización de la prensa servil a sus intereses, como Financial Times. El ataque al euro, más allá de lo que concluyen los análisis melífluos tiene todas las trazas de haber sido una advertencia o -más claramente- una amenaza ante las medidas que se proyectan.

Si es así -y no caben apenas dudas al respecto-, razón de más para acelerar las reformas y cortar las uñas a esos tigres de papel con intenciones de lobo y maneras de gángster. Su peligrosidad está fuera de toda duda. Quien se engaña al respecto es porque quiere o porque le pagan por mostrarse convencido de una bondad e inocuidad inexistentes.

(Continuará)

10 febrero, 2010

De la 'ruina' española y sus causantes (III)

Hoy, tras la insólita visita de la vicepresidenta Salgado a las instalaciones del  'Financial Times' y su entrevista con sus responsables, el implacable diario recoge velas en un editorial. Acepta que la situación de Grecia y la de España no tienen nada que ver; que España tiene "un plan serio" para mejorar su posición, la cual llega FT a comparar con la de Reino Unido, con ventaja para España. Eso no le impide dudar de la determinación real del Gobierno para llevar a término las medidas necesarias, que, en su opinión, no deben tener tanto en cuenta el déficit -que juzgan aceptable, dadas las circunstancias- como "el desempleo crónico y la rigidez del mercado laboral".

Algo era ello: la famosa "rigidez" que impide que los empresarios puedan reducir los costes laborales e invertir (supuestamente) más. He ahí la piedra en el zapato zapatero. No hay que preguntarse cuál es la filosofía económica de FT ni a qué intereses responde su línea editorial. Lo que no le gusta a este diario ultraliberal (ni al Wall Street Journal, dicho sea de paso) ni a los 'hedge funds' que han protagonizado el ataque al euro es la permanencia de signos del estado de bienestar. Quieren que todo el monte sea orégano, pero ese parece ser sólo uno de sus propósitos.

Quienes han atacado al euro parecen pretender también, mediante ese hostigamiento, amedrentar a los países que pretenden introducir controles y limitaciones -nacionales e internacionales- a su actividad para evitar que suceda otra catástrofe económica como la que está teniendo todavía hoy (¿y hasta cuando?) gravísimas consecuencias en la mayor parte de los países del mundo.

'Le Monde', diario francés ajeno a las manipulaciones del capitalismo indecente e impune,  glosa hoy la crisis griega en un editorial bajo el título "Especulacion", en unos términos desgraciadamente infrecuentes en la 'mainstream' mediática mundial. Señala en primer lugar la amarga paradoja que supone que, un año después de que los estados de ambas orillas del Atántico salvasen a la banca mediante inyecciones de dinero estimadas en el 25 por 100 del PIB, los mismo bancos beneficiarios ataquen a los países endeudados por su causa.

El ataque es considerado, en primera instancia, como una acción meramente especulativa, pero ¿cabe descartar segundas intenciones? Centrémonos por ahora únicamente en el aspecto especulativo. Sólo con eso ya hay materia suficiente para el escándalo y la inquietud. Una parte importante de la deuda europea (y por ende de la griega) está en manos de los tres grandes bancos que a su vez prestan dinero a los 'hedge funds' que han atacado al euro: JP Morgan, Goldman Sachs y Deutsche Bank.

La especulación se ejerce fundamentalmente sobre los CDS (credit default swaps), que actúan como seguro ante la posibilidad de impago de la deuda. La especulación sobre esos peculiares y delicados instrumentos financieros, el 75 por 100 de los cuales están en manos de los bancos referidos, puede, llegado el caso, hundir a un país. Los rumores infundados sobre la dudosa fiabilidad de la deuda de España son los que han generado una gran inquietud en los mercados y consecuentemente en el Gobierno, que parece haber actuado eficazmente para atajar sus efectos devastadores.

El problema con los 'hedge funds' es que -al igual que el resto del mercado financiero, pero en mayor grado y con mayor virulencia- "pueden actuar de manera concentrada y con un máximo de publicidad para arrastrar al mercado en el sentido que les convenga". Son poderes fácticos guiados en principio por la codicia y que pueden conducir a crisis gravísimas si generan un efecto dominó alarmista o, como en el origen de la crisis sistémica, si promocionan productos virulentamente tóxicos como una oportunidad interesante de inversión.

Volvamos al principio de esta serie de artículos para subrayar la urgencia imperiosa de que los estados, de común acuerdo, procedan a implantar medidas de control de los mercados financieros que eviten no sólo la reproducción de una crisis general como la que sufrimos ahora sino también maniobras indecentes como la que ha tenido como destinatario el euro. Esas medidas deben ser globales e inflexibles. Sin ellas estamos a merced de un contrapoder financiero que aparece cada vez más con tintes de cospirador contra los poderes políticos.

(Continuará)

08 febrero, 2010

De la 'ruina' española y sus causantes (II)

Cuando Almunia equiparó las economías de España, Portugal y Grecia cometió una torpeza, pero no dijo nada que no fuera cierto. Los tres países comparten problemas, en efecto, pero el nivel de gravedad de éstos no es equiparable. Afirmar que la competitividad de los tres se ha reducido desde su entrada en la zona euro es registrar un hecho objetivo, aunque el mismo síndrome afecta a Italia, que ha llegado a acariciar la idea de abandonar el euro, y en menor grado a todos los países de la UE. Alemania parece el único miembro beneficiado por la escalada emprendida por la divisa comunitaria. El problema con la declaración de Almunia surge especialmente cuando, sin ninguna matización complementaria, aludió indiscriminadamente a los "déficits públicos elevados", pues en el caso de España era preciso señalar que la deuda pública -objeto de sospecha por su causa- goza de una salud relativamente envidiable dentro de la UE. No matizar este hecho en vísperas del lanzamiento de una nueva emisión de deuda pública es imperdonable.

No tiene sentido equiparar la situación de Grecia, cuya deuda pública está ya en el 100 por 100 del PIB, con la de España, donde, pese a haber aumentado notablemente en un año, se situará  en 2010 en un moderado 55 por 100 (Francia, por ejemplo, está en el 83,2 y prepara el lanzamiento de una gran operación de empréstito). Tampoco se puede comparar el tamaño ni la fortaleza de la economía española con el de los otros dos países cuestionados. Sin embargo el ataque de los mercados se ha dirigido contra la fiabilidad de España, supuestamente por las dudas sobre su capacidad para hacer frente a esa deuda a medio y largo plazo.

Para entender mejor lo que está pasando basta visitar hoy la web del ‘Financial Times’, que se abre, con caracteres muy destacados, con el título “Los especuladores apuestan 8.000 millones contra el euro”. La operación, que FT atribuye sin mayores precisiones a inversores y a los nunca bien ponderados 'hedge funds', respondería a una supuesta preocupación de esos especuladores ante el posible contagio de la crisis de deuda griega a España, a la que el estúpido y ofensivo humor británico incluye entre los ‘cerdos’ (PIGS, por las iniciales de Portugal, Italy -e Ireland-, Greece y Spain) de la UE.

El Gobierno español se ha puesto nervioso, tal vez demasiado nervioso, pese a la calma que aparenta Zapatero. Las declaraciones del ministro José Blanco a la SER, en las que afirmaba que  "nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluidos los editoriales de periódicos, es casual o inocente", suenan a paranoia, aunque las circunstancias se prestan a ese tipo de interpretacione. Por otra parte, el viaje de la vicepresidenta Salgado a Londres, con visita incluida al Financial Times, es un hecho insólito y probablemente inapropiado. Un remitido de pago a toda página seguramente habría sido más útil que someterse a los chistecitos cagados de los 'brits' por entrar por la puerta de atrás y eludir a la televisión.

Lo cierto es que no hay razón ninguna para pensar que España no podrá hacer frente a la razonable deuda que tiene ni para creer que no podrá superar la recesión en un plazo próximo. Todo ello, por supuesto, si los mercados no se empeñan en lo contrario. No hay nada que haga más daño en el terreno de la economía que las maniobras alarmistas de los especuladores.

O sí lo hay: por ejemplo, las torpes declaraciones de Almunia o la difusión de previsiones apocalípticas por parte de fuentes comunitarias, que han llegado a afirmar que, si no se aplican medidas adecuadas, la deuda pública de España será del 115 por 100 en 2020, en todo caso inferior a la media comunitaria, que, con idéntica gratuidad, se situaría en torno al 120 por 100. Para Irlanda, con un  200 por 100, y Gran Bretaña, con un 180 por 100, sería aún peor. ¿A qué juegan los ‘cerebros’ de Bruselas? ¿A cargarse la UE? ¿No es contradictorio combinar tales afirmaciones caóticas con la recomendación de que se mantengan los estímulos económicos, basados en el gasto público? Va ser cierto que cada país manda a la UE a los más inútiles.

De cualquier modo, si algo está poniendo de manifiesto esta crisis es que nadie -ni los más prestigiosos economistas- tiene una idea exacta no ya de cómo actuar sino de qué es lo próximo que va a pasar. Algunos han hablado, incluso, de la posibilidad de una segunda recesión. Los parámetros en juego forman una madeja muy complicada, en la que no sólo unos parámetros condicionan a otros de un modo imprevisto, sino también -dada la interrelación económica que genera la globalización- la política económica de un país condiciona, positiva o negativamente la de otros.

Aquí no hay gurú que valga. Estamos ante una situación totalmente nueva y los economistas improvisan, vacilan y rectifican tanto o más que Zapatero. Recientemente el primer ministro portugués, José Sócrates, recordaba al Nobel de Economía Paul Krugman, muy crítico con España en particular y con los  PIGS en general, que él era el autor de la lapidaria frase “los déficits salvaron al mundo”.

(Continuará)
Foto: Paul Krugman.

07 febrero, 2010

De la 'ruina' española y sus causantes (I)

Mientras esperamos -inútilmente- la ‘refundación’ (¿) del capitalismo prometida en su día por Sarkozy o las ‘severas’ reformas acariciadas virtualmente por Obama, los mercados financieros -es decir, la economía especulativa- siguen haciendo de las suyas impunemente a costa de la economía real. Ganar mucho dinero de modo fácil y rápido es el único objetivo de los actores que condicionan el rumbo de esos mercados.
 
La alarma excesiva -y frecuentemente infundada- y el optimismo excesivo e igualmente infundado son las armas usuales de un montón de poderosos desaprensivos, estimulados por la impunidad que les ha regalado el estallido de una crisis global en la que su papel ha sido decisivo. El miedo y la codicia de una minoría siguen condicionando el destino de la inmensa mayoría en todo el mundo y muy especialmente en Europa y Estados Unidos, así como en las economías nacionales estrechamente vinculadas a ambos.

La globalización, de la mano del sistema que la promovió y sostiene, está exhibiendo su rostro más desagradable desde el estallido de la crisis y amenaza con hacer la recuperación más lenta y dolorosa de lo que sería en otras circunstancias. Esa misma situación dificulta la adopción de medidas estructurales que alteren lo esencialmente perverso de las estructuras que han provocado esta crisis.

Estamos ante un círculo vicioso que está teniendo sus peores consecuencias en el terreno social y amenaza con poner fin, de una vez por todas, al estado del bienestar, que tanto odian quienes, contra toda evidencia que no sea su propio beneficio, sostienen la bondad de la autorregulación, o lo que es lo mismo, la soberanía omnímoda de los dueños del dinero.

Nadie tiene ‘medidas milagro’ para sacar a corto plazo a las economías nacionales de la grave crisis provocada por las prácticas fraudulentas e irresponsables que la han provocado. Y mucho menos si éstas se mantienen arrogantemente impunes. El teórico milagro de las economías asiáticas inmunes -especialmente la de China- se debe precisamente a su carácter periférico respecto a la economía occidental y también a su vigilancia férrea del conjunto de la propia economía. Ellos serán, en última instancia, los grandes beneficiarios de una crisis sistémica que sitúa a Occidente ante el espejo de su propia decadencia.

Si hablamos de España -y ese era el motivo de esta larga introducción-, culpar al Gobierno de la crisis o de que aquí se prolongue más la recesión que en otros países puede ser rentable en términos partidistas, pero es tan gratuito como injusto. Tal vez alguien lleve tres décadas engañado respecto a las deficiencias estructurales de la economía española y la falta de capacidad creativa del capital español, pero siempre han estado ahí y ningún Gobierno -y menos que ninguno los de Aznar- ha intentado corregirlo o simplemente moderarlo. A nadie se le puede ocultar que la elevadísima dependencia que el crecimiento económico y el empleo han tenido respecto del sector inmobiliario, en detrimento de otras actividades, constituía un extraordinario factor de riesgo, un talón de Aquiles que, asociado finalmente a la crisis global, muestra ahora sus peores consecuencias.

Si tenemos en cuenta el componente esencialmente especulativo en el sector inmobiliario y el hecho de que se ha movido básicamente merced a una cantidad ingente de dinero negro no podemos hacernos ilusiones sobre una próxima reactivación de la construcción. En fechas inmediatamente posteriores al pinchazo de la burbuja, Josep Donés, presidente de la comisión técnica de la APCE (Asociación de Promotores y Constructores de España), afirmó que en los diez años previos a dicho pinchazo se construyó en nuestro país "el doble de las viviendas necesarias".

Las consecuencias de esa locura -que se desarrolló fundamentalmente bajo gobiernos del PP- son muy profundas, muy graves y de largo recorrido. La reciente revelación, realizada por el presidente de la AHE (Asociación Hipotecaria Española), de que los promotores inmobiliarios deben a los bancos 300.000 millones de euros “que no pueden pagar” no dejan lugar a dudas al respecto. Ese ‘agujero negro’ no limita sus consecuencias a lo meramente sectorial, sino que lastra profundamente la marcha de la economía nacional e influye en su valoración internacional, empezando por el descenso del rating de las propias instituciones financieras españolas a causa del considerable volumen de impagos.

Cuando uno lee lo que lee y oye lo que oye en los más diversos medios acerca de la etiología de la crisis y la gestión que de la misma está haciendo el Gobierno español no puede evitar pensar que hay un exceso de ignorancia o de mala fe, o -lo que es peor aún- una conjunción inquietante de ambas.

No estamos ante una crisis cualquiera ni ante una crisis exclusivamente española; sus cimientos en la estructura española están hondamente arraigados desde hace décadas, no los ha creado este Gobierno. La adopción de medidas supuestamente ‘improvisadas’ no es un producto ‘made in Zapatero’; se registra en mayor o menor grado en todas partes y es una respuesta lógica a una crisis que, lejos de estar cerca del fin, evoluciona y muestra, esporádicamente, aspectos nuevos a los que hay que dar respuesta urgente. Además, hay que hacerlo en el limitado campo de juego marcado por la UE y bajo el peso de un euro sobrevaluado.

De todo ello y más seguiremos hablando.

(Continuará)

 

03 febrero, 2010

Mentiras sobre la 'invasión islámica'



Con once millones y medio de visualizaciones en 'Youtube' en diez meses, el video 'Muslim Demographics' ('Demografía Musulmana') constituye uno de los grandes éxitos históricos de la intoxicación viral global, especialmente por no tratarse de un contenido anecdótico o musical, que son los que suelen copar las mayores audiencias. En España había pasado casi totalmente desapercibido hasta que, hace algo más de tres meses, 'Libertad Digital TV' decidió ofrecerlo a sus fieles traducido como impagable servicio a la propagación de miedos y odios que caracteriza la labor de estos "liberales" de vía estrecha (ultraconservadores, en realidad). Ya ha sido visto por 384.000 pèrsonas y la alarma corre enloquecida por blogs y foros afines.

Confío en que el lector haya contemplado ya el vídeo (arriba) y que se haya preguntado -como haría toda persona razonable, tal vez con zozobra- si lo que en él se afirma es cierto porque de eso es de lo que aquí se va a tratar. Y la conclusión no la voy a dejar para el final: este vídeo está tejido con una extraordinaria sarta de mentiras y no hay una sola fuente verosímil entre las que se citan a lo largo de él en la versión original y que 'Libertad Digital TV' oculta púdicamente en su mayoría al encajar el vídeo en una ventana menos alta que la original (ver vídeo). ¿Casualidad?

Para empezar, el bodrio no tiene padre reconocido, aunque no resulta difícil establecer que su origen se halla en el fundamentalismo evangelista estadolunidense. Ya desde su arranque se empieza a sospechar su falta de verosimilitud, cuando, para establecer su tesis central sobre el mantenimiento o no de una cultura en función de la tasa de natalidad, se dice "según investigaciones...' ("according to researches"). ¿Qué investigaciones? ¿Quién las hizo? ¿Dónde pueden encontrarse? La afirmación es tan sospechosa que los "traductores" de "LDTV" han creído conveniente cambiarla por "según estudios actuales..."

Los datos estadísticos que el vídeo aporta sobre la población musulmana en Europa tropiezan con un problema gravísimo de credibilidad. Los diversos departamentos de estadística de los países democráticos europeos no acostumbran a asociar en sus estudios datos sobre las creencias de la población estudiada. La razón es muy simple: todos ellos tienen en sus constituciones democráticas un principio igual o similar al que recoge la Constitución española en su artículo 16.2: "Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias".

En el caso concreto de Alemania, que según el video ultra alarmista será un estado islámico dentro de 40 años, las estimaciones extraoficiales sobre la población musulmana la cifran entre 3,2 y 3,5 millones, apenas el 4 por 100 del total. El análisis estadístico oficial que se cita en el video simplemente no existe. De todas las demás fuentes se puede decir lo mismo. No se basan en datos reales. Se trata de una chapuza sin firma, que, sin embargo, alcanza un alto nivel de confianza entre los necios, los racistas y los ultracristianos.

El "sesudo" video motivó en su día el interés del programa de BBC Radio 4 "More or less" (quienes dominen el inglés pueden disfrutar el video (debajo) elaborado en respuesta al disparate evangélico). Su equipo se centró de modo especial en Holanda, país del que excepcionalmente, sí existen datos sobre la población musulmana. Los más recientes fijan su número en unos 850.000, un 5 por 100 de la población total. El vídeo hace responsable a ese exiguo porcentaje del 50 por 100 de los nacimientos en el país.



Según las afirmaciones del video sobre la demografía islámica -argumenta "More or less"-, las mujeres musulmanas de Holanda serían autoras de 92.317 nacimientos (la mitad del total) en 2008, lo que conlleva que una de cada cuatro habitantes musulmanas de Holanda habría dado a luz en ese año. Sin embargo, habría que tener en cuenta que una buena parte de las mujeres musulmanas está en edad infantil. ¿Pero cuántas?

El equipo de la BBC usa como referencia los niveles de edad entre 15 y 49 años que se conocen para las comunidades musulmanas más numerosas del país, la turca (61 por 100) y la marroquí (57 por 100). Resulta así que 252,946 musulmanas en edad fértil multiplican por 14 la tasa de fertilidad de 3,545,397 holandesas no musulmanas en edad fértil. Según eso, la tasa de nacimiento de los musulmanes sería de 112,5 por cada mil.

¿Un récord mundial? Mucho más que eso; un imposible. La tasa más alta -altísima- del mundo, según la ONU, la tiene Níger con 54,1 nacimientos por mil, mientras las de Turquía y Marruecos, cuyos inmigrantes serían responsables del récord imposible, son respectivamente de 18,4 y 20,5

Vayamos con las fuentes, escasas y casi invisibles en la versión original y mutiladas en la de LDTV. Empecemos por 'The Brussels Journal', editado por la Society for the Advancement of Freedom in Europe (SAFE), residente en Zürich, Suiza, y no en Bruselas, a pesar de su nombre. Se trata de una publicación web que se autodefine como "la voz del conservadurismo en Europa" y está obsesionada por el Islam, pese a lo cual no he logrado encontrar en su archivo la cita que se hace en el vídeo, aunque no dudo que exista.

Otros datos se fundan en trabajos de autores muy caracterizados por su integrismo religioso. Bryan J. Williamnson, autor de 'Global Jihad. Unlifting the veil on Islam' ("Jihad global. Levantando el velo al Islam") está relacionado con una curiosa corriente religiosa que tiene como guía a la vidente Veronica Lueken, teórica destinataria de profecías que la virgen le habría confiado en sus apariciones personales. En la web de los creyentes se puede comprar la obra de Williamson que el vídeo utiliza como fuente de datos. Por cierto, Williamson es desconocido por cualquier otro motivo que no sea dicha obra, lo que hace temer que tal nombre sea un alias.

Otra de las "autoridades" citadas como fuente de información en el video se llama Ed Vitagliano y es director de investigación de la AFA (American Family Asociation, antes conocida como 'National Federation for Decency) y editor de noticias de AFA Journal. ¿El autor intelectual del video y sus "investigaciones" no especificadas? No sería sorpendente. Ni siquiera sería sorprendente que su seudónimo fuera Bryan J. Williamson, dado el nivel de superchería detectado en todo lo relacionado con el vídeo de marras.

¿Y Gadafi? A estas alturas de la historia los disparates del líder libio no son tomados en serio casi en ningún sitio, pero aún así resulta que sus vistosas declaraciones sólo parecen ser localizables a través de MEMRI (Middle East Media Research Institute), una de tantas iniciativas de "investigación" que parecen proliferar en los últimos tiempos gracias a internet. El vídeo que esta organización ha publicado tiene todas las características de un montaje trucado sin mucho talento.

En fin, que a ver si empezamos a separar el trigo de la paja en Internet. Son ya demasiadas las manipulaciones e intoxicaciones deliberadas que prosperan en la red gracias a la tendenciosidad de unos pocos y la credulidad de otros muchos. En este caso me parece especialmente lamentable la actitud manipuladora de Libertad Digital TV. El modo en que han tratado este video demuestra que, antes de darle curso, sabían que no era más que un 'bluff' indigerible, carente de todo rigor.

Todo es bueno para el convento, al menos para ciertos 'curas' no necesariamente evangelistas.


02 febrero, 2010

La derecha caníbal: Dos paradigmas



Aún no estábamos repuestos de la sorpresa y la repugnancia producida por la expresión soez de la presidenta madrileña respecto a un miembro de su propio partido (cuyo nombre no tiene las narices de decir), cuando el inefable Aznar nos obsequia con el vómito de bilis más virulento que haya lanzado nunca contra el presidente del Gobierno (y no han sido precisamente pocos). "Nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo", sentenció el sublime caudillo.

Esperanza Aguirre y José María Aznar se parecen mucho Para empezar, ambos se describen y presentan como "liberales", término que, en su caso -como en el del austriaco Georg Haider-, debe ser puesto en cuarentena. Se trata de un "liberalismo" que, lejos de poner énfasis en las libertades individuales y colectivas, lo pone sobre la libertad de mercado y de empresa y es firme creyente en la desregulación, caiga quien caiga. Y todos sabemos por reciente experiencia que los que caen en la ruina, en el embargo, en el desempleo se cuentan por millones. En resumen, lejos de ser liberales genuinos son ultraconservadores disfrazados de Raymond Aron.

"Hemos tenido la suerte de poderle dar un puesto a Izquierda Unida quitándoselo al hijoputa, ¿eh?" Eso le dijo Esperanza Aguirre a su leal 'segundo', Ignacio González, ignorantes ambos de la proximidad de un micrófono abierto que propaló la insidia en directo. Que Aguirre, creyéndose en la intimidad, insulte a Gallardón (ella lo niega, claro) en términos tan gruesos es grave, pero no lo es tanto como la jactancia de haber entregado a IU un puesto que correspondía al PP.

Por menos que eso Manuel Cobo, 'número dos' de Gallardón, ha sido suspendido por un año de militancia, lo que los 'aguirristas' consideran -muy satisfechos- que conlleva su no presentación a las próximas elecciones. Sin embargo, no cabe esperar un castigo equiparable para Esperanza Aguirre. Según el PP, la diferencia es que Cobo formuló sus declaraciones ofensivas públicamente con deliberación, mientras Aguirre creía estar hablando en privado. Pocas disquisiciones exculpatorias alcanzan tal nivel de hipocresía.

Y a propósito, los lenguaraces líderes del PP sólo parecen mostrar su naturaleza auténtica cuando se consideran fuera de cobertura. Baste recordar que Rajoy describió como un "coñazo" su asistencia al desfile de la fiesta nacional en 2008, un año después de exhibir una banderita de España en el mismo acto, como afirmando -gratuitamente- un patriotismo que sólo él y su partido pretendían defender..

Otra de las cosas que asemejan a Aznar y a Aguirre es su encarnizamiento feroz con sus "enemigos". Para 'doña espe' el enemigo está dentro y es un "hijoputa". Su odio es tal que prefiere entregar un puesto a la oposición antes que se lo lleve un partidario de su enemigo 'innombrable'. Para Aznar, sin embargo -y pese a estar él teóricamente fuera de la política-, la obsesión sigue siendo Rodríguez Zapatero, al que gusta de atribuir un contubernio de marcado carácter surrealista para hacer fracasar sus propósitos electorales en 2004. Nunca admitirá que atribuir falsamente a ETA los atentados del 11-M fue la causa de la derrota del PP.

¿Realmente "nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo" como Zapatero? Veamos:

-19 de marzo de 2003: Se inicia la ilegal guerra de Irak con participación española, sin la aprobación de la ONU ni pruebas -pese a las exhaustivas inspecciones previas- de que Sadam dispusiera de armas de destrucción masiva, contra lo que afirmaban los invasores.

-16 de mayo de 2003: Los atentados suicidas de Casablanca incluyen singularmente el ataque a la Casa de España en la ciudad, que se salda con veinte muertes.

-11 de marzo de 2004: Los atentados del 11-M en Madrid causan 190 muertos.

-12 y 13 de marzo de 2004: El Gobierno Aznar sostiene primero y no descarta más tarde la autoría de ETA, pese a los indicios y evidencias en contra.

-14 de marzo de 2004: El PP, contra todos los pronósticos previos, pierde las elecciones al movilizar el voto de la izquierda con su actitud ante los atentados.

Juzguen ustedes mismos. Todo un récord lamentable en sólo 360 días.

Está claro que Aznar y Aguirre salen más favorecidos cuando callan, incluso en la intimidad, en la que el primero decía acostumbrar a hablar en catalán y la segunda exhibe impúdicamente el pelo de la dehesa con su lenguaje de rapaza poligonera.