Había considerable expectación por conocer las consecuencias que el atentado de ETA en Barajas y la correspondiente ruptura del alto el fuego podrían tener sobre la intención de voto de los ciudadanos. Parecía razonable pensar que si en algún momento el PP iba a rentabilizar su inescrupulosa utilización de la política antiterrorista en propio beneficio partidista éste ya había llegado. Pero los hechos son tozudos y, al parecer, los ciudadanos no se dejan engañar tan fácilmente como los populares parecen creer en aspectos esenciales.
La encuesta del CIS correspondiente a enero (tras el atentado) registra una bajada de 0,5 puntos en la intención de voto al PSOE, pero el PP -significativamente- también baja (0,3). A tres meses de las elecciones y tras el suceso más grave después del 11-M, los populares sólo han conseguido limar a los socialistas dos décimas y se mantienen a 1,2 puntos de distancia. Una distancia que parece insalvable, dado que, según todos los indicios, el PP está en su techo.
Eso no impide que Zaplana -naturalmente Zaplana, con esa cara suya de estar totalmente convencido de lo que dice, aunque sea notoriamente falso- haya valorado la encuesta del CIS como “claramente satisfactoria y positiva”, además de probatoria de la tendencia de su partido “al alza y del PSOE a la baja”.
Pero si el PP baja en los momentos más impensables e inoportunos (para ellos), su líder, Mariano Rajoy, se despeña casi literal mente en caída libre hasta el quinto puesto en la valoración ciudadana, después de Zapatero, Llamazares, Duran i Lleida y Paulino Rivero (diputado canario que presidió la Comisión parlamentaria del 11-M).
Para el incombustible Zaplana, sin embargo, el presidente de su partido “tiene un crédito y un reconocimiento social que jamás han tenido otros dirigentes en la oposición”. Así es si así os parece, pero, paradójicamente, la aprobación ciudadana de Zapatero ha crecido moderadamente desde el anterior sondeo del CIS, de lo cual no cabe hacer otra lectura que la estrategia de acoso y derribo del presidente desplegada por el PP es un absoluto fracaso.
Hay un aspecto del sondeo que no sé si aparecerá en las informaciones que los diversos medios proporcionen, pero que es definitivamente revelador: el relativo a la valoración que los encuestados hacen de la gestión del Gobierno y de la actuación del PP en la oposición, respectivamente. El 25,5 por 100 califica la ejecutoria del Gobierno como mala o muy mala, pero nada menos que el 50,5 por 100 valora de la misma manera la labor de oposición del Partido Popular.
Zaplana puede decir misa, pero todo indica que en el PP no están para tirar cohetes. Ayer se levantaron de la mesa en la que el Gobierno trata de reconstituir y ampliar el consenso antiterrorista. ¿Lo meditaron bien? ¿Están seguros de que esa actitud les da votos? Pues que Santa Lucía les conserve la vista.
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