13 marzo, 2006

Urdaci vive y sigue siendo infeccioso

Cuando leí el editorial de ‘ABC’ del domingo, titulado “Los obispos tienen un problema”, no sabía si creermelo o no. Debo decir que no soy lector habitual ni apenas esporádico (di con el artículo navegando por la red, como tantas veces) del periódico, aún monárquico, que fue de los superborbónicos Luca de Tena y hoy está mayoritariamente en manos de Vocento. Eso no impide que sepa bastante aproximadamente de qué va, pero el editorial en cuestión era de tal lucidez y contundencia, para mi encomiable, que me sorprendió.

Era singular y muy plausible porque contravenía dos de las normas no escritas de la deontología periodística española, que no es que sea ejemplar, pero sostiene entre sus axiomas que "perro no come perro" y que "a la Iglesia ni tocarla". Con ocasión del escándalo de la infiltración de los esbirros de la COPE en el EGM y la manipulación de datos cuya perpetración José Antonio Abellán confirmó con psicopático orgullo, ‘ABC’ se despachó de esta manera:

“La Iglesia, como editora de la COPE y responsable, por lo tanto, de sus contenidos, deberá abordar la desafección manifiesta de determinados comunicadores al ideario del medio y que a esa incoherencia añaden la infracción habitual de las más elementales normas de la deontología de la profesión periodística; tendrá, también, que responder de sus comportamientos probablemente ilegales y afrontar el hecho incontrovertible de que su radio se haya convertido en una auténtica piedra de escándalo, tanto en términos éticos y cívicos como en los que acotan una razonable convivencia democrática”.

(Ver editorial completo: http://www.abc.es/opinion/index.asp?ff=20060312&idn=142705786522 )

Hoy, Cecé Oó, que no es ningún colega africano, sino el inefable Alfredo Urdaci, el que confundía la información con la propaganda para escándalo o deleite de televidentes, entra en el terreno de juego para perpetrar un ajuste de cuentas muy peculiar. Mientras uno lee su ‘parto’ puede tener la ilusión de que va a dejar a Jiménez Losantos cual servicio de discoteca en fin de semana. Pero no, el destinatario preferente de su deposición, titulada “Una tamborrada de hostias”, es el presunto autor del editorial de ‘ABC, José Antonio Zarzalejos, director de la publicación.

Esto es lo que escribe el micromega-manipulador:

“Este fin de semana le ha caído (a Jiménez Losantos) lo que el autor de los golpes (Zarzalejos) llamó en cierta ocasión “una tamborrada de hostias”. Es su estilo, y el estilo es el hombre. En cierta ocasión se nos ocurrió tomar en serio los datos del EGM, los referidos a la prensa. Diez minutos después de ofrecerlos a la audiencia nos advirtió por teléfono de que nos iba a caer “una tamborrada de hostias”. Me sorprendió que alguien con su educación fuera capaz de manejar aquel vocabulario. Tocar el tambor al estilo Donosti es de muy mal tono. No discutió los datos, sólo nos recriminó por haberlos ofrecido. Quizá aquel día le estaba quitando el polvo al uniforme de Falange de algún pariente cercano, y se vino arriba. Zarzalejos es así. Suele cargar los tinteros del periódico con la tinta que destilan sus fobias”.

La anécdota suena a apócrifa, pero resulta ocioso a estas alturas de la historia preguntarse sobre lo real, lo falso o lo ocultado en relación con Cecé Oó. En cualquier caso, por si quedaran dudas acerca de qué lado está y a quién prefiere entre Losantos y Zarzalejos, el otrora turiferario del aznarato concluye:

“Pero si los obispos deben preocuparse por algo, es por el que reparte “hostias” sin haberlas consagrado, emboscado en su voz meliflua de beato. Desde que llegó a Madrid tira dentelladas a los tobillos pero hace tiempo que perdió los dientes”.

O sea, que el episcopado no debe preocuparse por los desmanes de su dilecto colega Losantos, tan obvios, insultantes y desaforados, sino por los razonamientos equilibrados de quien les pide que se preocupen y evoca la necesaria coherencia entre ideario y práctica en la cadena radiofónica eclesial. ¡Qué morro tienes, Cecé Oó!

Aunque sea desde un mísero blog, la cabra Urdaci sigue tirando al monte que fue de orégano y manipulando tanto como puede al servicio de sus ex-valedores y ex-expectadores, que tanto le quieren y a quienes tanto debe.

(Ver el ‘parto’ completo: http://alfredourdaci.blogspot.com/2006/03/una-tamborrada-de-hostias.html

Leer online: www.tierradenadie.cc

1 comentario:

Anónimo dijo...
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