Cuando un gran poeta y un compositor no menos grande unen su trabajo no es difícil que nazca, bajo el disfraz banal de una canción popular, una pequeña obra de arte capaz de expresar sentimientos y emociones universales hasta un punto superlativo. Ese es el caso de “Les feuilles mortes”, cuya letra fue escrita por Jacques Prévert y la música, compuesta por Joseph Kosma (biografía en francés). Ambos mantuvieron una fértil colaboración, que en cierta medida recuerda a la que unió a Bertolt Brech y Kurt Weil (biografía en inglés).
Aparecida en 1946, son innumerables las versiones de “Les feuilles mortes” que han visto la luz hasta la fecha. La que aquí suena es la original, de Yves Montand.
Oh! je voudrais tant que tu te souviennes
Des jours heureux où nous étions amis.
En ce temps-là la vie était plus belle,
Et le soleil plus brûlant qu'aujourd'hui.
Les feuilles mortes se ramassent à la pelle.
Tu vois, je n'ai pas oublié...
Les feuilles mortes se ramassent à la pelle,
Les souvenirs et les regrets aussi
Et le vent du nord les emporte
Dans la nuit froide de l'oubli.
Tu vois, je n'ai pas oublié
La chanson que tu me chantais.
C'est une chanson qui nous ressemble.
Toi, tu m'aimais et je t'aimais
Et nous vivions tous deux ensemble,
Toi qui m'aimais, moi qui t'aimais.
Mais la vie sépare ceux qui s'aiment,
Tout doucement, sans faire de bruit
Et la mer efface sur le sable
Les pas des amants désunis.
Traducción:
Oh, quisiera tanto que tu te acordaras/ De los días felices en que éramos amigos/ En aquel tiempo la vida era más bella/ Y el sol más ardiente que hoy/ Las hojas muertas se recogen a paladas/ Tú ves, yo no he olvidado…/ Las hojas muertas se recogen a paladas/ Los recuerdos y los pesares también/ Y el viento del norte los traslada/ Hacia la noche fría del olvido/ Tú ves, yo no he olvidado/ La canción que tu me cantabas.
Es una canción que nos reúne/ Tú, tú me amabas y yo te amaba/ Y nosotros vivíamos juntos/ Tú que me amabas, yo que te amaba/ Pero la vida separa a los que se aman/ Muy suavemente, sin hacer ruido/ Y el mar borra sobre la arena/ Los pasos de los amantes desunidos.
La versión original del poema incluía una tercera estrofa que nadie parece cantar. Incluso muchas versiones se centran exclusivamente en el estribillo (C’est une chanson…), que es la parte más popular de la música. El propio Montand tiene otra versión en esas condiciones. Personalmente lo considero una lamentable mutilación.
Las bellas imágenes otoñales del vídeo son escenas de Québec. La única versión en vídeo que he logrado encontrar interpretada por Yves Montand es la mutilada.
En la fotografía, Kosma y Prévert.
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1 comentario:
Gran cancion, muy buena traduccion, tambien me gusta mucho la version de Juliette Greco. Saludos.-
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