13 septiembre, 2006

Marronismo periodístico


Finalmente, El País se ha embutido en neopreno, se ha tapado escrupulosamente la nariz, ha tomado una linterna y ha descendido a la caverna-cloaca desde la que Pedro J. Ramírez, con el impagable apoyo táctico de la COPE, propaga las miasmas irrespirables de la ‘gran conspiración’ que, por arte de birlibirloque, transforma el atentado más brutal que ha sufrido este país en un golpe de Estado.

Algo más de dos páginas y un editorial dedica el diario de PRISA a desactivar el hediondo artefacto. Arranca de las declaraciones que, con honores de primera página en El Mundo, hizo el traficante de drogas y explosivos José Emilio Suárez Trashorras, en la cárcel por proporcionar el explosivo utilizado el 11-M.

“Si El Mundo me paga, yo les cuento la Guerra Civil”, le había dicho el canalla a su padre meses antes de hacerse pagar por seguir el guión. Y lo siguió al pie de la letra, eso sí. Que se contradiga con todo lo declarado por él mismo a lo largo del sumario y ponga en cuestión buena parte de lo concluído durante el proceso no es problema para el diario de Pedro J.. Al contrario, de eso se trataba.

El editorial de El País diagnostica piadosamente la labor de El Mundo: Amarillismo, dice. Marronismo, digo yo. Periodismo marrón, color mierda. Caca de la vaca para pasarle la pelota -tuya-mía, mía-tuya- al PP en su vano intento de imponer una versión delirante del 11-M, la que conviene (al menos eso creen ellos) a sus intereses políticos.

El País se pregunta, retóricamente, cómo es posible que un partido democrático como el PP secunde “una operación de la que puede quedar preso”. La respuesta puedo darla incluso yo: porque el PP es el autor intelectual de la referida “operación”.

“No creo, sinceramente, que los autores intelectuales de los atentados, los que hicieron esa planificación, los que deciden ese día, precisamente ese día... no creo que anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas". Cuando Aznar pronunció estas sibilinas palabras ante la comisión parlamentaria sobre el 11-M a muchos nos parecieron una tontería, una gratuidad. Y lo eran. “Estaban en Lavapiés”, le respondió Zapatero.

Lamentablemente, además de una tontería y una insidia gratuita, también eran el anuncio de la operación intoxicadora en curso. El pestilente asunto vuelve hoy al Congreso de esta democracia enferma por vía de interpelación al ministro del Interior. 'Quousqe tandem abutere patiencia nostra?'

P. S.: En la información de El País me ha llamado especialmente la atención una observación que hace la madre de Suárez Trashorras durante el encuentro familiar en el que comentan las declaraciones de un compañero de andanzas del ex minero, que, supuestamente desde la República Dominicana, atribuye relaciones con ETA al procesado por el 11-M, naturalmente en el diario de Pedro J.:

- Yo no sé por qué la justicia no le cierra la boca a El Mundo...

Qué conmovedora ingenuidad, ¿verdad?

Leer online: www.tierradenadie.cc

No hay comentarios: