Al cineasta Michael Moore, constituido por derecho y méritos propios en una pesadilla para el gobierno Bush, se le ha ocurrido poner a la totalidad de internet a tocar la bocina con un doble y saludable objetivo: defender la paz y lograr que el peor presidente de Estados Unidos deje de serlo (no porque mejore, sino porque se vaya, claro). No he podido resistirme a tan filantrópicos planteamientos, considerando no sólo la pesadilla en que se ha convertido Irak (el país al que Bush iba a salvar de un tirano, ¿recuerdan?) sino también la nueva exhibición de arrogancia y abuso impune que está realizando Israel con la patente de corso expedida por Washington.
Ojalá que internet se convierta en un clamor de bocinazos.
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