La volatilidad de cada día.- En
un artículo centrado en la situación actual del euro, Pierre-Antoine Delhommais
escribe en 'Le Monde'; "Desde el principio de la crisis, el tiempo de la
historia económica se ha acelerado hasta dar vértigo. Las certezas de un día
son barridas el siguiente, las verdades se deshacen
apenas formuladas, las ventajas se transforman en desventajas, las debilidades
se convierten en fortalezas, los ganadores en perdedores". Eso es lo peor de esta crisis: nadie puede estar
seguro de nada, salvo de que los pescadores en río revuelto van a seguir
especulando para enriquecerse caiga quien (o lo que) caiga. Al menos mientras
no se pongan los medios para evitarlo, tema del que se habla con cierta
frecuencia sin llegar a decidir nada porque, aparentemente los fuertes intereses presentes en Wall Street y la
City son intocables..
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