Una vergüenza nacional.- Los
papeles de Wikileaks ya habían explicitado las inaceptables injerencias de EE
UU en la Justicia española. Ahora se evidencian las diplomáticas. Es inevitable
concluir que el imperio se interfiere en asuntos que constituyen el corazón de
la soberanía nacional, limitándola impunemente. De la lectura se deduce que
incluso Francia goza de autoridad sobre España en ciertas materias. Pura y
simplemente una vergüenza.
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