Paradoja reveladora.-
Es irónico que precisamente Amaiur subraye el contrasentido de que mientras la
más alta autoridad del Estado recibe a sus electos no lo haga el jefe del Gobierno
de turno, pero la ironía está cargada de significado. El PP está empeñado en no darse por
enterado del nuevo rumbo del País Vasco
bajo la presión de una parte de sus miembros, que ha basado durante largos años
lo esencial de su actividad política en la existencia de ETA y no parecen estar
listos para reciclarse. En realidad es una cuestión de simple protocolo, de
cortesía parlamentaria y coherencia democrática, pero no es una cuestión
trivial.
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