Las manos que nos gobiernan

La exclusiva de 'El País' que da a conocer la contabilidad secreta del Partido Popular no deja lugar a dudas acerca de la grave dimensión de un escándalo que destruye la imagen de un partido - que gobierrna a España en las circustancias más dramáticas de las últimas décadas - y mina de raiz la credibilidad de sus líderes. No se trata sólo de que un montón de políticos que han desarrollado y/o desarrollan papeles de gran importancia hayan cobrado secretamente sustanciosos sobresueldos durante años. También se trata de que el dinero parece proceder de la financiación ilegal del partido, que no casualmente tendría al sector de la construcción como fuente principal. 

La insistencia en negar los hechos por parte de lo presuntos beneficiarios sugiere fundamentalmente dos cosas: que no han declarado tales ingresos irregulares - lo que les convierte en reos de fraude fiscal - y que han decidido que esta triste historia tenga un único culpable: Luis Bárcenas, que habría falsificado esas cuentas secretas y habría hecho su fortuna con base en las donaciones. El ventilador no ha hecho más que empezar a funcionar y no sólo el gobierno sino el Estado mismo están en cuestión. Esta vez no es Tejero quien empuña la pistola, sino los padres de la patria. ¡Qué desgracia de país!

Luz de gas

El boom de la producción de gas de esquisto ('shale gas') mediante fractura hidráulica ('fracking') en Estados Unidos no sólo tiene las conocidas e inquietantes consecuencias medioambientales que se derivan del empleo de esa agresiva tecnología. Además, por razones estricamente económicas, una parte considerable del gas que se extrae es quemado y las luces de esos incendios son ya claramente visibles e identificables por la noche mediante satélites artificiales. 

Al parecer, la baratura del gas 'no justifica', en términos de rentabilidad, la construcción de gasoductos o depósitos. Por eso, a la espera de que sea transportado en camiones, se quema el excedente de modo constante. Las explotaciones - y los permisos consecuentes para quemar el gas - aumentan en progresión geométrica en el país. En Texas, por ejemplo, se han multiplicado por seis en 2012. De este modo, el país más poderoso de la tierra no sólo atenta contra su propio medio ambiente sino también contra el del conjunto del planeta. A nadie parece preocuparle. El ansia de lucro y la falta de escrùpulos se imponen a cualquier otra consideración.

Breve

Expolio y escándalo en la Sanidad.- La privatización (o, mejor dicho, el expolio) de la sanidad pública no sólo es ilegítima, sea cual fuere el argumento con el que se defienda - como el de que sólo se privatiza la gestión -, sino que arroja indicios inquietantes de deshonestidad y dudas acerca de su futura viabilidad. De un lado, buena parte de lo privatizado ha caído en manos de sociedades de capital-riesgo extranjeras, especialmente británicas. De otro, la presencia en los órganos de gestión de políticos del PP, ex responsables de Sanidad y familiares suyos, no deja lugar a dudas acerca de quienes son los primeros beneficiarios del escandaloso expolio.

Breve

Indulgencia impropia.- Una prueba más de que este país no tiene solución (Cataluña incluida, y no en último lugar) es esta componenda entre Fiscalía y defensas en el 'caso Pallerols', que permitirá a los delincuentes evitar la cárcel una vez confesada su culpa y acordada la indemnización. La indulgencia jurídica con delitos tan graves como éste (desvío de los fondos de la UE para formación de parados a la financiación de un partido) es un insulto al conjunto de la sociedad española. Especialmente este tipo de casos deberían ser dilucidados con la participación de un jurado popular. Eso evitaría enjuagues 'a la americana', que escamotean a la sociedad toda satisfacción.

Fracking: Alarmantes fugas de metano

Un estudio publicado por la revista 'Nature' hace un par de días estima que, en Estados Unidos, las fugas de metano resultantes de la explotación del gas de esquisto mediante fractura hidráulica son muy superiores a las calculadas inicialmente. Exactamente del 9%, en lugar del estimado 2,4%, nada inocuo por otra parte. El daño medioambiental es muy considerable, superior al que causa el denostado carbón, y sólo es una parte de la inquietante factura social, sanitaria y ecológica que supone este tipo de explotación.

Mientras en EE UU se ignora el clamor popular en contra y se perfora la tierra de norte a sur y de este a oeste gracias a una ley desaprensiva elaborada por el ex vicepresidente Dick Cheney, en la UE predomina la cautela. Francia ha prohibido las prospecciones mientras la técnica de extracción no ofrezca más garantías; en España, como siempre, prevalece la ambigüedad. 

El hecho de que Estados Unidos haya logrado reducir mediante el 'fracking' su dependencia energética del exterior en un 25% (sólo en 2012 sus importaciones petroleras se redujeron en un 11%) constituye un precedente nada alentador de cara a impedir que ese agresivo sistema de extracción se generalice. En última instancia sólo una movilización popular contundente podrá impedirlo, dado que los intereses económicos pesan más que nunca en el mundo actual.

El documental 'Gasland', presentado en la edición del festival 'Sundance' de 2010, ilustra los riesgos del 'fracking' allí donde está arrasando (literalmente): en los EE UU.