Breve

Euroegoísmo.- La 'cumbre' a cuatro bandas celebrada ayer en Roma entre Merkel, Hollande, Monti y Rajoy, reunión inédita hasta la feche en los anales la UE, sólo ha servido para constatar la plena vigencia del euroegoísmo, protagonizado estelarmente por Alemania. El tándem franco-germano ('Merkozy') se ha transformado, tras las elecciones en Francia, en una mesa de cuatro patas descompensada por la inflexibilidad de Merkel. El acuerdo de mínimos alcanzado para promover el crecimiento es notoriamente insuficiente y, en cualquier caso, deberá ser matizado y refrendado en la reunión del Consejo de Europa de la próxima semana. Alemania insiste en reclamar más unión política ("más Europa", en palabras de la líder alemana), con cesión parcial de soberanía de todos los países del euro, para poder superar la crisis. Hollande, lógica y razonablemente, sostiene que no habrá tal cesión sin una mejora sustancial en el terreno de la solidaridad. Mientras tanto los esqueléticos corderos del sur seguirán siendo devorados por la avidez de los mercados y los panzers alemanes seguirán devastando su 'hinterland' económico en un absurdo ejercicio suicida.